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El propósito de este capítulo es desarrollar desde la perspectiva de género, algunos argumentos para explicar los problemas de salud en el trabajo con una mirada que rebase la explicación de los daños en su sentido mecánico, biológico e individual, mostrando que las relaciones sociales de producción y de género definen las condiciones particulares de participación laboral que favorecen la existencia de diferencias en los perfiles de salud de trabajadoras y trabajadores, y que no se explican sólo por cuestiones biológicas. Es en ese sentido que se centra el esfuerzo de hacer confluir los marcos teóricos y metodológicos de la salud en el trabajo y de la perspectiva de género. Se trata de una alternativa para esclarecer problemas poco abordados en el ámbito del trabajo, como los daños por exigencias de género o los provocados por tratos discriminatorios.
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El capítulo está dividido en cuatro apartados, inicia con una introducción en la que se describe de manera general el tema; en la segunda parte se desarrolla el concepto de género y su relación con las condiciones de trabajo de hombres y mujeres, las diversas formas en las que la sociedad asume las identidades de lo “femenino” y lo “masculino” y cómo se expresan en las relaciones de poder dentro de la división sexual del trabajo, generando situaciones de jerarquización, discriminación y sexismo; también se trata la distribución de los espacios públicos y privados, las exigencias agregadas de género, el trabajo de las “amas de casa” y la doble jornada, la situación laboral de las trabajadoras del hogar y los prejuicios sobre la masculinidad. En el tercer apartado sobre perfiles de salud de la población trabajadora, se presentan datos estadísticos de los riesgos de trabajo en México en hombres y mujeres, y las dificultades para analizar la información por ocupaciones específicas con mayores riesgos, además, se comentan los resultados de algunas investigaciones realizadas tanto en México como en otros países en los que se muestra la diferencia en las afecciones que sufren hombres y mujeres como consecuencia de su inserción y su práctica laboral. Al final se presentan conclusiones pertinentes.
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En el esfuerzo para explicar los problemas de salud en el trabajo, la medicina ha mostrado de sobra la relación entre ciertas patologías y las condiciones laborales.1 Diversos autores, partiendo de ese conocimiento, han tratado de superarlo con una mirada más profunda, que rebase la explicación de los daños en su sentido mecánico, biológico e individual, mostrando que las relaciones sociales de producción definen las condiciones particulares y por ello, los daños específicos.
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Uno de los hallazgos menos destacados desde estos enfoques alternativos es el hecho de que existan diferencias en los perfiles de trabajadoras y trabajadores, que no se explican sólo por cuestiones biológicas, sino por condiciones que caracterizan su incorporación al trabajo, es en ese aspecto que se centra el esfuerzo de hacer confluir los marcos teóricos y metodológicos de la ...