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El presente capítulo incluye una introducción general sobre los trastornos de la conducta disruptiva en la infancia y en la adolescencia, continúa con una descripción clínica, epidemiológica y terapéutica para cada uno de los trastornos que integran el conjunto de la dimensión de los “padecimientos externalizados”: trastorno negativista y desafiante, trastorno disocial y trastorno explosivo intermitente, además, se ha incluido el trastorno por déficit de atención con hiperactividad que, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la American Psychiatric Association (APA), ahora pertenece a los trastornos del desarrollo.
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El capítulo incluye de manera general la aproximación teórica a los trastornos de la conducta disruptiva y los conceptos de psicopatía y “callo emocional” conocido ahora como falta de emociones prosociales.
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Los trastornos de la conducta disruptiva (TCD) en la infancia y la adolescencia constituyen uno de los motivos más frecuentes de consulta y asistencia psicológica, neurológica y psiquiátrica. Los TCD también se conocen como problemas o “padecimientos externalizados” o del comportamiento perturbador e incluyen los siguientes: trastorno negativista y desafiante (TND), trastorno disocial (TD) y trastorno explosivo intermitente (TEI). El DSM-5 incluye también a los trastornos relacionados con el control de los impulsos como la piromanía y la cleptomanía, así como el trastorno antisocial de la personalidad, los cuales no serán considerados en este capítulo. El DSM-5 agrupa al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) dentro de los trastornos del desarrollo; debido a su vinculación con el TND y TD se decidió incluirlo en este capítulo.
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El TDAH se caracteriza por una tríada sintomatológica en torno a inatención, hiperactividad e impulsividad maladaptativa que inicia durante la infancia (<12 años), estos síntomas interfieren de manera negativa en el funcionamiento de al menos dos áreas (escuela, casa, amigos).
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El TND se caracteriza por la manifestación de un patrón de conducta hostil, negativista y desafiante, preferentemente contra la autoridad, inicia durante la infancia y genera deterioro en el funcionamiento de al menos dos áreas (escuela, casa, amigos).
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El TD se caracteriza por un patrón persistente y repetitivo de violación a las reglas y normas que se marcan para la edad (mentir, robar, lastimar), inicia durante la infancia y genera deterioro en el funcionamiento de al menos dos áreas (escuela, casa, amigos).
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El TEI se caracteriza por varios episodios explosivos aislados con dificultad para controlar los impulsos agresivos, que dan lugar a violencia o a destrucción de la propiedad.
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El trastorno disruptivo de la desregulación emocional (disruptive mood dysregulation disorder, DMDD) es una categoría de reciente incorporación en la clasificación de los trastornos psiquiátricos. El DMDD se caracteriza por berrinches recurrentes graves como respuestas desmedidas a provocaciones mínimas asociados con un mal control sobre la expresión de emociones negativas como la ira con persistencia, el estado de ánimo negativo (es decir, irritable, enojado o triste). Las ...