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Definición

La palabra “epilepsia” proviene del verbo griego irregular Epilambanein, quesignifica “ser presa de fuerzas desde el exterior”; la utilizó por primera vez Avicena en el siglo X.

De acuerdo con la International League Against Epilepsy (ILAE, Liga Internacional contra la Epilepsia), la epilepsia es “la ocurrencia transitoria de síntomas y/o signos debidos a una actividad neuronal cerebral sincrónica anormal y excesiva”.1 Incluye una serie de trastornos complejos cerebrales crónicos caracterizados por crisis recurrentes, no provocadas, debidos a una gran variedad de causas y que tienen una manifestación tanto clínica como paraclínica (cambios en el electroencefalograma [EEG]). Dado su carácter no provocado, es imposible considerar como epiléptico a un paciente que sufre de crisis secundarias a intoxicación, supresión alcohólica o por drogas, o a quien presenta crisis por insuficiencia renal, trastornos metabólicos, terapia electroconvulsiva, crisis febriles, etc., de modo que cabe afirmar que es posible sufrir crisis epilépticas sin necesariamente tener epilepsia.

Hay cierta controversia en cuanto a la necesidad del carácter recurrente de las crisis, dado que la misma ILAE ha propuesto una nueva definición (aún no aceptada de manera oficial) en donde se determina que la epilepsia es “una afección cerebral caracterizada por una predisposición permanente para generar crisis epilépticas, así como consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicosociales producidas por esta afección”. Dicha propuesta requiere al menos una crisis y una condición que predisponga a tener más crisis, lo cual puede inferirse si se detecta una alteración en los estudios genéticos o de neuroimagen.1 En tal caso, el paciente debiera ser considerado como epiléptico y, por ende, recibir tratamiento crónico desde la primera crisis.

Epidemiología

Durante su vida, 3% de las personas tendrán por lo menos una crisis epiléptica.2 De acuerdo con la OMS, existen 40 a 50 millones de pacientes epilépticos en el mundo (7/1 000).3 Existen dos picos de presentación de la epilepsia: en menores de un año de edad (debido a epilepsias estructurales, accidentes antenatales y neonatales, errores innatos del metabolismo, etc.), y en mayores de 75 años (debido a eventos vasculares cerebrales [EVC], traumatismos craneoencefálicos [TCE], neoplasias, enfermedades neurodegenerativas, etc.).4

Según el tipo de crisis, alrededor de 70% corresponde a crisis parciales o focales (CP/CF), 20% a crisis generalizadas (CG) y 10% a crisis no clasificables. Dado que 76% de los casos inician antes de la adolescencia, se considera epilepsia de inicio tardío a aquella que comienza después de los 25 años de edad (en México, una causa importante es la neurocisticercosis). Entre 30 y 35% de los pacientes con CP/CF tendrán epilepsia refractaria (falla a dos o más fármacos antiepilépticos [FAE], de acuerdo con la actual definición de refractariedad propuesta por el Consenso de la ILAE).5 En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante el año 2000, por epilepsia refractaria se dieron 211 572 consultas (162 397 por Medicina familiar ...

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