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Antes que en humanos, en 1910, Carini, en Brasil, describió el parásito en los pulmones y riñones de una rana. En 1911, Alexandrino de Moraes Pedroso, en Sao Paulo, observó el primer caso en humanos y lo llamó blastomicosis negra. En 1912, Emile Brumpt conoció al paciente anterior y tomó material para su estudio. En 1914, Max W. Rudolph, sin describir el origen fúngico, informó un caso en Minas Gerais e Goiás, Brasil, con el nombre de “figueira”. Sin embargo, hasta 1920, Pedroso y J. M. Gomez publicaron el caso del enfermo original junto con tres casos más y, en 1922, E. Brumpt en su Précis de Parasitologie llamó al microorganismo causal Hormodendrum pedrosoi.
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En 1915, C. G. Lane y E. M. Medlar, en Boston, hicieron en realidad las primeras publicaciones; se trataba de un individuo de Nueva Inglaterra que presentaba lesiones verrugosas en un pie, y que trabajaba como estibador en barcos procedentes de Brasil. Thaxter denominó Phialophora verrucosa al hongo aislado. Medlar llamó a los elementos parasitarios sclerotic cells por su consistencia dura, y por una deformación terminológica se conocieron después como esclerotes. En 1922, F. Terra, M. Torres, Filho Fonseca y Arêa Leâo acuñaron el término “cromoblastomicosis”.
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En 1927, Montpellier y Catanei estudiaron en Argelia un paciente con metástasis y designaron al hongo: Hormodendrum algeriensis. En 1932, Maurice Charles Pierre Langeron denominó células fumagoides a los elementos parasitarios. En 1933, S. J. Wilson, S. Hulsey y colaboradores, en Texas, informaron el segundo caso en EUA.
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En 1935, M. Moore y F. Almeida propusieron el término “cromomicosis” porque el prefijo “blasto” significa gemación; Libero Ajello consideró conveniente restituir el término “cromoblastomicosis” para referirse a la dermatitis verrugosa ocasionada por hongos negros.
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En 1936, Arturo Carrión, de Puerto Rico, describió H. compactum; en ese mismo año, Pablo Negroni estudió el primer caso en Argentina y propuso el género Fonsecaea para incluir a Hormodendrum y Acrotheca. En 1937, N. F. Conant demostró que P. verrucosa era el mismo hongo que Cadophora americana. En Cuba, Sordo Cuervo informó el primer caso en 1912, pero su informe no estaba bien documentado, y fue hasta 1941 que se logró identificar la cepa como Fonsecaea pedrosoi. En 1940, M. Martínez Báez, mediante estudio histopatológico, realizó la primera observación en México en un individuo de Zacatecas. En 1941, Antonio González Ochoa identificó al hongo como F. pedrosoi var. cladosparioides. En 1944, Fernando Latapí informó el segundo caso en un paciente ...