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Introducción

Es probable que el primer caso haya sido observado en 1892 por Malbrán en Argentina y el segundo en 1897 por Ellet en EUA. En 1900, Guillermo Seeber, condiscípulo de Alejandro Posadas (figura 1-9 y cap. 16) y alumno del profesor Robert Wernicke en Buenos Aires, describió en su tesis el primer caso; estudió a un agricultor de 19 años de edad con un pólipo nasal y consideró al agente causal un protozoario similar al encontrado por Posadas y le llamó Coccidioides. De hecho, en 1900 en un Programa de Zoología Médica de la Universidad de Buenos Aires sugirió el nombre de Coccidium seeberi y en 1903 en un Tratado de Parasitología Animal llamó al organismo C. seeberia.

En 1903, O’Kinealy, en India, informó un caso de psorospermosis que observó desde 1894 e introdujo el término Rhinosporidium. En 1905, E. A. Minchin y H. B. Fantham llamaron al microorganismo Rhinosporidium kinealy. En 1907, Almroth Edward Wright publicó un caso originario de Tennessee con lesiones nasales, que había sido estudiado por Ellet en 1897.

En 1913, E. Zschokke después de estudiar por histología un pólipo nasal de un caballo en Sudáfrica introdujo el término Rhinosporidium equi. En 1923, J. H. Ashworth publicó el primer caso en Escocia en un estudiante de la India con lesiones nasales; presentó una monografía de la enfermedad ante la Royal Society of Edinburgh; concluyó que el agente causal era un hongo y le denominó Rhinosporidium seeberi. En 1925, V. Denti, en Italia, informó el primer caso europeo. En 1964, W. A. E. Karunaratne publicó en Londres una de las monografías más completas. En 1974, S. S. David revisó la nomenclatura y publicó cuatro casos en la literatura otorrinolaringológica.

En 1950, R. Mendiola y R. Cortés Ochoa comunicaron el primer caso en México, mientras que en 1969, Jorge Vega Núñez y Abelardo Herrero observaron dos casos familiares; en 1966 y 1969 Gómez-Leal y Sadi De Buen, respectivamente, informaron sobre la localización conjuntival. En 1975, Amado González Mendoza y Benito Austria revisaron la literatura mexicana y añadieron dos nuevos casos (figura 30-1); para 1977, J. Portilla-Aguilar, M. Reynoso-García y G. Vivar-Mejía publicaron en la Gaceta Médica de México un caso nasal.

Figura 30-1.

Dr. Amado González Mendoza, dermatopatólogo y micólogo mexicano.

En 1986, M. G. Levy, D. J. Meuten y E. B. Breitschwerdt señalaron el cultivo en células epiteliales. En 1999, K. B. Ahluwalia propuso como agente causal un microorganismo procariótico unicelular, Cyanobacterium (Microcystis) aeruginosa que encontró en el agua donde se bañaban pacientes con rinosporidiosis y en muestras clínicas.

En 2007, Vijaya Sudarshan, N. K. Goel, R. Gahine, C. Krishnani en India comunicaron 462 casos en 12 años de investigación con una máxima incidencia ...

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