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Introducción

Se han descubierto muy pocos antimicóticos en comparación con los antibacterianos, y pueden ser fungistáticos o fungicidas, según inhiban el crecimiento o produzcan lisis de los hongos.

Uno de los adelantos más importantes y que ha sido fundamental en el desarrollo de los nuevos antimicóticos es la definición de la célula fúngica en contraposición con otras formas eucarióticas, en especial las de mamíferos. Las diferencias están encabezadas por la presencia de ergosterol —y no de colesterol— como el esterol más importante de la membrana celular (excepto en Pneumocystis jiroveci), así como por la producción de quitina y β-glucanos como parte de la estructura de la pared celular. También están la vía del ácido α-aminoadípico para la síntesis de lisina, y disimilitudes en la síntesis de ácido nucleico y los mecanismos de división nuclear. En los hongos la pared celular tiene una función similar a la de la pared celular de las bacterias, y no existe en las células de mamíferos, por lo que ahora se considera el sitio ideal para la inhibición de la biosíntesis de los dos importantes componentes mencionados: glucanos y quitina.

El mecanismo de acción de los antimicóticos es variado; la griseofulvina actúa sobre la síntesis de proteínas de microtúbulos e inhibe la reproducción celular específicamente en dermatofitos. La 5-fluorocitosina (5-FC) fue el primer compuesto sintético en impedir la reproducción celular, pero está limitado a la terapéutica combinada. Los polienos, como la anfotericina B y la nistatina, afectan la molécula de ergosterol de las membranas fúngicas. Los imidazoles y los triazoles tienen actividad primaria en el sistema enzimático de citocromo P450 involucrado en la síntesis de ergosterol de la membrana celular.

La terbinafina actúa sobre la epoxidación de escualeno y es fungicida. Una limitante de los azoles en particular es su actividad fungistática, pero se han logrado avances especialmente en su espectro de acción y su seguridad. Los nuevos antimicóticos, como las neumocandinas y las nikkomicinas afectan la pared celular al inhibir la síntesis de glucanos y de quitina. Por ende, conviene conocer las aplicaciones, ventajas y limitaciones de estos antimicóticos, sobre todo los efectos colaterales y las interacciones.

En los últimos años, se han producido cambios sobresalientes en cuanto a datos epidemiológicos, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las micosis, en especial de las invasivas. Los problemas actuales para el uso de antifúngicos son la presencia de un mayor número de infecciones sistémicas, el uso de inmunosupresores y citotóxicos, la pandemia de infección por virus de la inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (HIV/SIDA), las infecciones por hongos emergentes, la posible resistencia a azoles y la poca disponibilidad de pruebas de sensibilidad. Un reto muy importante para la industria farmacéutica ha sido el mejor conocimiento de las propiedades biológicas de los hongos para tratar de diseñar antimicóticos que actúen en sitios específicos de las células eucarióticas de los hongos, que no estén presentes en las células ...

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