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INTRODUCCIÓN

La hiperlipidemia es una causa importante de ateroesclerosis y cuadros inducidos por ella como la cardiopatía coronaria (CHD; coronary heart disease), la enfermedad cerebrovascular isquémica y la enfermedad vascular periférica. Las entidades patológicas mencionadas ocasionan morbilidad o mortalidad en la mayor parte de los adultos en etapa media de la vida, o en ancianos. Las dislipidemias, que incluyen la hiperlipidemia (hipercolesterolemia) y la disminución de las concentraciones del colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C; high-density-lipoprotein cholesterol), son causas mayores de incremento del riesgo aterógeno; los trastornos genéticos y algunos modos de vida contribuyen a las dislipidemias que afectan a habitantes de países de todo el mundo.

Las clases de medicamentos que modifican la colesterolemia incluyen:

  • Estatínicos, que son inhibidores de la 3-hidroxi-3-metilglutaril-coenzima A (HMG-CoA) reductasa.

  • Resinas que se unen a ácidos biliares.

  • Ácido nicotínico (niacina).

  • Derivados del ácido fíbrico.

  • Ezetimibe, inhibidor de la absorción de colesterol.

Los medicamentos mencionados brindan beneficios a pacientes que muestran toda la gama de niveles de colesterol, principalmente al aminorar las concentraciones de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C; low-density-liproterin cholesterol). Los regímenes medicamentosos que disminuyen moderadamente la concentración de LDL-C (30 a 40%) aminoran la frecuencia de problemas mortales y no mortales de CHD y enfermedad cerebrovascular, incluso 30 a 40%. En sujetos con HDL-C bajos y niveles promedio de LDL-C, con la farmacoterapia adecuada aminoran 20 a 35% los fenómenos terminales de CHD. Se sabe que 66% de estadounidenses con CHD tienen niveles de HDL-C bajos (< 40 mg/100 ml en varones; < 50 mg/100 ml en mujeres); por tal razón, es necesario tratar la dislipidemia en pacientes con HDL-C bajo incluso si sus niveles de LDL están en límites normales.

La hipertrigliceridemia intensa (es decir, niveles de triglicéridos > 1 000 mg/100 ml) obliga a emprender medidas para evitar la pancreatitis. Generan preocupación los niveles moderadamente altos de triglicéridos (150 a 400 mg/100 ml) porque se observan como parte del síndrome metabólico, que incluye resistencia a la insulina, obesidad, hipertensión, niveles bajos de HDL-C, un estado procoagulante y un riesgo extraordinariamente alto de enfermedad vascular cerebral (CVD; cerebrovascular disease). La dislipidemia aterógena en personas con síndrome metabólico también se caracteriza por LDL con depleción de lípidos (conocida a veces como “lipoproteínas densas y pequeñas de baja densidad”; low-density lipoproteins). El síndrome metabólico afecta cerca de 25% de adultos y es común en personas con CVD; en consecuencia, la identificación de hipertrigliceridemia moderada en una persona, incluso si el nivel de colesterol total es normal, debe ser el punto de partida para la valoración que permita identificar a sujetos insulinorresistentes con dicho cuadro patológico.

METABOLISMO DE LIPOPROTEÍNAS PLASMÁTICAS

Las lipoproteínas son conjuntos macromoleculares que contienen lípidos y proteínas. Los constituyentes lípidos incluyen colesterol libre y esterificado, triglicéridos y fosfolípidos. Los componentes proteínicos conocidos como ...

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