Skip to Main Content

¡La nueva aplicación Access ya está disponible!

Lleve su aprendizaje al siguiente nivel con la biblioteca Access en la palma de su mano. Acceda al instante a libros, vídeos, imágenes, podcasts y funciones personalizadas, donde quiera y cuando quiera.

Descárguela ahora: iOS and Android. ¡Descubra más aquí!

INTRODUCCIÓN

El paludismo (o malaria) afecta a cerca de 250 millones de personas al año y causa prácticamente 900 000 muertes. La causa de la enfermedad es la infección con protozoos unicelulares del género Plasmodium. Se sabe que cinco especies de Plasmodium afectan a los humanos: P. falciparum, P. vivax, P. ovale, P. malariae, y P. knowlesi. P. falciparum y P. vivax causan la mayor parte de las infecciones palúdicas a nivel mundial. P. falciparum produce la mayor proporción de casos de paludismo en países subsaharianos de África y ocasiona la forma más grave de la enfermedad. P. vivax explica la mitad de los casos de paludismo en el sudeste asiático y > 80% de las infecciones palúdicas en América.

ASPECTOS BIOLÓGICOS DE LA INFECCIÓN PALÚDICA

El mosquito hembra (Anofelinos) infectado por Plasmodium introduce a través de su picadura, en la dermis y el torrente sanguíneo, a los esporozoítos del parásito, que son los elementos causantes de la infección. En término de minutos, los esporozoítos llegan al hígado, en donde infectan los hepatocitos por fenómenos mediados por receptores de la superficie celular. Este proceso inicia el periodo sintomático prepatente o fase exoeritrocítica de la infección, que típicamente dura cerca de una semana.

Durante tal periodo, los parásitos pasan por una fase de réplica asexual dentro de los hepatocitos y así se generan los esquizontes de la fase hepática. Al romperse los hepatocitos infectados, miles de merozoítos se liberan al torrente sanguíneo e infectan a los eritrocitos. Después de la fase exoeritrocítica inicial, P. falciparum y P. malariae abandonan el hígado. Sin embargo, P. vivax y P. ovale causan una infección hepatocítica latente, con una forma inactiva del parásito, conocida como hipnozoíto, que reinicia el cuadro sintomático después de que se identifican y tratan los síntomas iniciales del paludismo. Las formas eritrocíticas no restablecen la infección de los hepatocitos. La transmisión de los parásitos palúdicos en personas se conserva en poblaciones humanas por la persistencia de los hipnozoítos (en el caso de P. vivax y P. ovale, meses a años); por variación antigénica de P. falciparum (probablemente meses) y por el mismo fenómeno (supuesto) con P. malariae (puede durar incluso decenios).

Las etapas eritrocíticas asexuales de los parásitos de paludismo son las que generan las manifestaciones clínicas de la enfermedad; este segmento del ciclo de vida del Plasmodium comienza con la identificación de los eritrocitos por los merozoítos, mediada por receptores de superficie celular, a la que sigue la penetración de dichas células sanguíneas.

Una vez dentro del eritrocito, el merozoíto asume la forma anular y se transforma en un trofozoíto que madura hasta convertirse en el esquizonte de la fase hemática, de división asexual. Una vez que los esquizontes rompen el eritrocito infectado liberan ocho a 32 merozoítos que infectarán los eritrocitos cercanos en un nuevo ciclo. El ciclo de ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.