+++
Posición del paciente
++
Se coloca al paciente en decúbito posterior, con el abdomen descubierto desde el apéndice xifoides hasta el pubis. Con la cabeza cómoda se puede colocar una almohadilla debajo de las rodillas. El explorador se coloca a la derecha del paciente.
++
El abdomen se divide en cuatro cuadrantes, los cuales se delimitan mediante dividir el abdomen por la línea media anterior en mitades derecha e izquierda, y tomando a la cicatriz umbilical como punto para trazar una línea horizontal imaginaria; de ese modo, se obtienen dos cuadrantes superiores, uno derecho y otro izquierdo y dos cuadrantes inferiores, también derecho e izquierdo (figura 2-1).
++++
Para su estudio, el abdomen también se puede dividir en nueve regiones limitadas por las siguientes líneas: dos verticales que parten de la línea clavicular media cefálicamente hasta el ligamento inguinal de manera inferior. Dos líneas horizontales superiores que toman su límite en el borde costal e inferior, uniendo a las crestas iliacas bilaterales. Así se encuentra el epigastrio, mesogastrio e hipogastrio, hipocondrios, flancos y fosas iliacas derechas e izquierdas, respectivamente (figura 2-2).
++
++
La inspección del abdomen se realiza de dos maneras: sentado a la derecha del paciente y parado, y se valora lo siguiente:
++
Color. Se valora la piel y se compara con el resto del cuerpo. Debe revisarse la existencia de cicatrices antiguas y recientes, estrías, heridas, hematomas, eritema por celulitis.
Venas. Es necesario verificar que exista un patrón venoso normal. A fin de comprobar la dirección del flujo venoso es preciso que el médico ponga ambos dedos índices entre el vaso a examinar, mismos que se desplazan en dirección contraria al mismo tiempo y se retira uno de los dedos. Si el vaso se ingurgita, el flujo venoso va en esa dirección; si no se ingurgita o el llenado es más lento, la dirección es la opuesta. En pacientes de piel blanca es más común visualizar las venas del abdomen, las cuales se ven como una red venosa fina y por lo normal el flujo venoso por arriba de la cicatriz umbilical se dirige de forma cefálica y por debajo de la cicatriz umbilical se dirige en sentido caudal. En obstrucciones de la vena cava, todo el flujo de la pared del abdomen va hacia arriba. En casos de hipertensión portal, el flujo se dispone de manera centrífuga, teniendo como punto central la cicatriz umbilical.
...