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Enfermedad hemorroidaria

Introducción

Durante siglos, los humanos han padecido hemorroides, enfermedad que ha sido y sigue siendo muy frecuente en la práctica médica. Hipócrates ya hacía referencia a la enfermedad hemorroidaria e inclusive proponía tratamientos médicos y quirúrgicos. Maimónides señaló, en su Tratado de hemorroides, la importancia de la dieta y describió múltiples tratamientos para mitigar los síntomas de las hemorroides, como el “caldo de pollo gordo”, además de recomendar varios medicamentos aplicados en forma de supositorios, cremas o enemas para eliminar los síntomas o prevenirlos.1

Definición

El término “hemorroides” proviene de la palabra griega haimorrhoides, haima, “sangre” o “hemorragia”, y rhoos, “flujo”.2 No hay una definición que precise lo que es la enfermedad hemorroidaria, ya que la naturaleza exacta del padecimiento aún se desconoce. Por muchos años se han considerado como dilataciones de los plexos venosos superiores e inferiores, pero tal vez la explicación no sea tan simple.

Etiología

En 1967, Stelzner y colaboradores demostraron que hay comunicación entre arterias y venas, y que este tejido puede funcionar como un “cuerpo cavernoso del recto”;3 esto podría explicar por qué la sangre al momento de la cirugía es color rojo rutilante. En 1975, Thomson empleó el término de “cojinetes vasculares”; en un estudio en el que inyectó la vena rectal superior en cadáveres, demostró con mayor precisión la naturaleza de la enfermedad hemorroidaria y mencionó que el “cuerpo cavernoso” descrito por Stelzner era una característica anatómica normal.4 En 1984, Hass demuestra que los tejidos se debilitan con la edad, provocando dilatación de los plexos venosos hemorroidarios, distensión de las anastomosis arteriovenosas, deterioro y destrucción de los sistemas de fijación de tejidos conjuntivos y, por último, el desplazamiento de los cojinetes vasculares.5

Desde hace años se describe la presencia de “cojinetes” especializados. Hay tres “cojinetes” primarios: uno lateral izquierdo, otro anterolateral derecho y uno más, posterolateral derecho; puede haber “cojinetes” secundarios más pequeños entre los primarios.4

Epidemiología

No es posible conocer con precisión la frecuencia de este padecimiento, pero es factible asegurar que en México 5% de la población general presenta síntomas relacionados con las hemorroides. Rara vez se presentan antes de los 20 años y su frecuencia aumenta con la edad; es probable que 50% de los adultos de 50 años o más hayan presentado sintomatología hemorroidaria en alguna época de su vida.6,7

Factores predisponentes

No se ha logrado demostrar con precisión la génesis de la enfermedad hemorroidaria, pero se señala que el estreñimiento, al implicar mayor esfuerzo al momento de la evacuación, produce congestión de los “cojinetes” hemorroidarios. Al persistir el pujo se estiran y debilitan los soportes de dichos cojinetes y se va provocando el prolapso hemorroidario, por ...

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