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Introducción

La lesión de las vías biliares es una de las complicaciones más serias de la colecistectomía, una de las operaciones más realizadas por el cirujano general.1 Con el advenimiento de la laparoscopia se ha observado una tendencia mayor de lesiones aunque no estadísticamente significativa. Se ha reportado una incidencia de 0.7% pero la verdadera incidencia se desconoce, algunos sugieren que la mitad de todos los cirujanos generales pueden enfrentarse a una lesión de la vía biliar.2 Las lesiones han sido reconocidas desde 1882 cuando Karl Langenbuch, en Berlín, realizó el primer procedimiento quirúrgico para retirar la vesícula biliar; el acceso laparoscópico ha demostrado beneficios para el paciente con menor incapacidad posoperatoria.

La definición de la lesión de la vía biliar es amplia y compleja; su espectro comprende desde una pequeña fuga de bilis por un conducto pequeño en el lecho vesicular hasta la total ablación de la vía biliar extrahepática, así como lesiones de aparición tardía que se manifiestan como estenosis de la vía biliar extrahepática (p. ej., lesiones isquémicas) sin que haya ocurrido solución de continuidad de la vía biliar.

Para fines prácticos, la lesión de la vía biliar comprende las fístulas biliares, estenosis (parciales o totales) y la pérdida de la sustancia (parcial o total) de los conductos biliares. Las lesiones antes mencionadas que surjan como consecuencia de la exploración quirúrgica o endoscópica de las vías biliares deben ser incluidas también en esta definición. Sin embargo, muchos autores no consideran a la fístula aislada y pequeña en ausencia de daños a los conductos hepáticos principales, como una lesión iatrogénica, dado que tienden a autolimitarse y en general no tienen consecuencia a largo plazo.3

Un estudio realizado en Estados Unidos (EU) demostró que los pacientes con historia de lesión de vía biliar tienen un riesgo tres veces mayor de muerte a largo plazo,4 y la presencia de peritonitis, intento de reparación previa y/o lesión vascular concomitante, son factores independientes de pobre resultado en reparación a largo plazo.5

La frecuencia aproximada de lesiones es 1 a 5 por cada 1000 casos, con un incremento desde la introducción de la laparoscopia, y como se ha expandido la indicación de colecistectomía con la laparoscopia, esto hace que aunque la tasa no se incremente, el número de casos por lesión sí.6, 7

Las lesiones ocurren en todo tipo de condiciones, cirujanos con experiencia en vía biliar pueden producir una lesión, mucho se argumentó que una vez superada la curva de aprendizaje del procedimiento laparoscópico, la frecuencia de lesiones disminuiría. Esto no se ha demostrado y se ha corroborado que aun superada la curva de aprendizaje se producen lesiones.8

Es esencial determinar el tipo de lesión de la vía biliar, factores de riesgo asociados y distintas opciones terapéuticas para ofrecer un tratamiento adecuado que permita mejor pronóstico a largo ...

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