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La publicación en 1960 del artículo Closed-chest cardiac massage (Masaje cardiaco a tórax cerrado) de Kouwenhoven y colaboradores1 supuso el inicio de lo que hoy se conoce como reanimación cardiopulmonar (RCP). En este capítulo se describen diversas intervenciones de la reanimación cardiovascular avanzada (RCPA) en el paciente adulto, como manejo avanzado de la vía respiratoria, algoritmos terapéuticos para las alteraciones del ritmo más importantes y algunos aspectos de la fisiopatología y tratamiento de los pacientes en estado de postparo circulatorio. La reanimación cardiopulmonar básica (RCPB) se estudió en el capítulo 1.
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REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR AVANZADA DEL ADULTO
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La RCPA es la continuación de la RCPB de óptima calidad. En esta fase de la reanimación, el reconocimiento de las arritmias es crucial para determinar el tratamiento correcto. Las alteraciones del ritmo que pueden observarse en los estados de paro cardiaco son fibrilación ventricular (FV), taquicardia ventricular sostenida (TV), asistolia y actividad eléctrica sin pulso (AESP).
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Las medidas terapéuticas propuestas por la Sociedad Americana de Corazón (SAC, American Heart Association, 2005) y el Consejo de Reanimación Europea (CRE, European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation, 2005) plantean una serie de acciones específicas para los pacientes con paro cardiaco; sin embargo, no pretenden sustituir la valoración clínica del personal encargado de la reanimación.2,3
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MANEJO DE LA VÍA RESPIRATORIA DURANTE LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR DEL ADULTO
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Aunque la ventilación con bolsa-válvula-mascarilla (BVM) es particularmente útil durante los primeros minutos de la reanimación, en la RCPA puede considerarse la colocación de alguno de los dispositivos avanzados para el manejo de la vía respiratoria.
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La instalación de una cánula endotraqueal se consideró durante mucho tiempo el mejor método para el manejo avanzado de la vía respiratoria durante la RCP, pero existe evidencia de que sin el entrenamiento apropiado, la frecuencia de complicaciones que se relacionan con su colocación (p. ej., intubación esofágica) oscila entre 6 y 14%.2,3 Además, los intentos de intubación prolongados requieren suspender las compresiones torácicas, lo que puede disminuir las probabilidades de éxito de la RCP.4,5 Por lo anterior, las indicaciones para la intubación traqueal en la RCPA son: a) incapacidad del reanimador para suministrar ventilaciones adecuadas con BVM a un paciente inconsciente y b) puntuación ≤8 en la escala de coma de Glasgow, siempre y cuando está presente algún reanimador con entrenamiento y experiencia en intubación endotraqueal. Si el reanimador decide emprender la intubación bucotraqueal, los intentos no deben prolongarse por más de 10 s y, en condiciones ideales, las compresiones torácicas sólo deben interrumpirse si impiden visualizar las cuerdas vocales y durante el paso de la cánula endotraqueal a través de las mismas.2,3
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Una vez colocada la cánula endotraqueal es necesario confirmar de inmediato su correcta posición mediante una valoración clínica primaria (expansión simétrica ...