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El espectro de la etiología, pronóstico y manejo terapéutico de la hemorragia de la parte baja del tubo digestivo (HBTD) es amplio. El trastorno tiene una incidencia de 20 episodios por cada 100 000 habitantes por año. Sus principales manifestaciones son: a) rectorragia: expulsión de sangre rojo brillante y b) hematoquezia: evacuación de sangre color rojo vinoso.
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Se define como hemorragia de la parte baja del tubo digestivo la que ocurre distal al ligamento duodenoyeyunal o ángulo de Treitz. Entre pacientes hospitalizados por otra causa y que presentan una HBTD durante tal hospitalización pueden alcanzar una mortalidad de 25% en comparación con los pacientes admitidos con diagnóstico inicial de HBTD (2.4%). Diez a 40% de aquéllos en los que el sangrado se detiene de manera espontánea puede presentar resangrado.
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Las causas de HBTD son diferentes por grupo de edad y para su estudio se dividen en agudas o crónicas. Entre las primeras destacan: diverticulosis, colitis isquémica y lesiones anorrectales como hemorroides, fisura anal y úlceras rectales. Otras causas de HBTD son angiodisplasias, enfermedad inflamatoria intestinal, pólipos, neoplasias y posradioterapia. Las angiodisplasias se manifiestan como sangrado oculto o crónico con una incidencia de 2 a 40% y predominio del colon derecho, aun cuando pueden coexistir más de dos lesiones de manera simultánea en cualquier parte del intestino. En pacientes jóvenes la HBTD se debe con mayor frecuencia a enfermedad inflamatoria intestinal y divertículo de Meckel. Los factores de riesgo que se relacionan con HBTD pospolipectomía son el tamaño del pólipo, su morfología y localización. Este sangrado pospolipectomía puede presentarse hasta una a tres semanas después del procedimiento y en general es leve a moderado. Las causas menos frecuentes de HBTD incluyen vasculitis, lesión de Dieulafoy, enteropatía portal hipertensiva y endometriosis. El cuadro 24-1 lista las principales causas de HBTD; incluye la hemorragia de origen oscuro, que se define como aquel sangrado persistente sin evidencia de etiología a pesar de estudios radiológicos y endoscópicos.
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El interrogatorio y la exploración física adecuados proporcionan información respecto a la gravedad y orientan hacia la posible etiología y localización. Cuando se observan restos hemáticos después de colocar una sonda nasogástrica, el sangrado procede de la parte alta del aparato digestivo. La relación BUN/creatinina ≥33 indica un origen alto del sangrado con una sensibilidad de 96%. Es importante diferenciar la hemorragia de la parte superior del tubo digestivo y la de la parte inferior porque, de acuerdo con la velocidad ...