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Aunque la diarrea se define como un peso de las heces >200 g en 24 h, dada la dificultad y lo impráctico de obtener dicha información, una definición más útil consiste en incremento en la frecuencia de las evacuaciones con disminución de su consistencia en comparación con el patrón habitual. Otra definición práctica es tres o más evacuaciones en 24 h. La diarrea es una alteración del movimiento normal del intestino caracterizada por incremento del contenido de agua, el volumen o la frecuencia de las evacuaciones. De acuerdo con su duración se divide en aguda (<14 días), continua o subaguda (>14 días y <1 mes) y crónica (>1 mes).
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La infección es la causa más frecuente y se relaciona con el ambiente. Es la segunda causa de mortalidad y morbilidad a nivel mundial y la principal en niños. La mortalidad se vincula con deshidratación, la cual afecta sobre todo a ancianos y niños en países en desarrollo. La diarrea aguda grave es más prevalente en población vulnerable: viajeros, ancianos, niñeras, homosexuales y pacientes inmunodeprimidos (VIH, uso crónico de esteroides o quimioterapia). La frecuencia informada de diarrea en pacientes con SIDA es de 60% en países industrializados y de 95% en países en vías de desarrollo; su tratamiento es el mismo que en cualquier otro paciente. En países industrializados la incidencia promedio es de 0.5 a 2 episodios por año. Tiene una mortalidad de 85% en ancianos (>65 años) y representa 25% de las hospitalizaciones en Estados Unidos. Cincuenta por ciento de los individuos limita su actividad cotidiana por lo menos un día.
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Los alimentos, el agua contaminada y los malos hábitos dietéticos aún son la causa de la alta prevalencia entre adultos. Las infecciones son la causa más frecuente. Los virus ocasionan 50 a 70% de las diarreas agudas, las bacterias 15 a 20% y los protozoarios 10 a 15%; 5 a 10% es de etiología desconocida (cuadro 63-1).
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