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Son reacciones de hipersensibilidad relacionadas con la liberación de anticuerpos IgE que activan la célula clave efectora de estas respuestas, el mastocito. La activación de mastocitos y basófilos genera: a) exocitosis de gránulos de productos bioactivos como histamina e hidrolasas ácidas, b) activación de la cascada de liberación de citocinas y c) generación de protanoides y leucotrienos mediada por ácido araquidónico que perpetúan una respuesta celular.
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La capacidad de los mastocitos para interferir en la entrada de “antígenos extraños” estriba en su estratégica distribución en superficies cutáneas, mucosas y tejido submucoso alrededor de las vénulas así como en su rápida capacidad de respuesta. La histamina y los mediadores lipídicos alteran la permeabilidad venular al permitir la extravasación local de componentes del plasma, como complemento, inmunoglobulinas y leucotrienos, que inducen la quimiotaxis leucocitaria al sitio donde el antígeno extraño se reconoció. La acumulación local de leucocitos y opsoninas plasmáticas genera una respuesta de defensa en el microambiente. La activación de las células cebadas dependiente de IgE libera factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), que induce una respuesta endotelial que favorece la adherencia leucocitaria.
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La hipersensibilidad inmediata se explica por el reconocimiento dependiente de IgE de ciertas sustancias que no son tóxicas; en esta respuesta participan genes que regulan las concentraciones de IgE y otras interleucinas. De lo anterior se infiere que estímulos tanto inmunes innatos como adaptativos explican la génesis de la alergia y otras enfermedades vinculadas. Toda enfermedad alérgica requiere la sensibilización de un individuo predispuesto a un alergeno particular. El alergeno, al entrar en contacto con superficies expuestas al medio externo (mucosa nasal, vía respiratoria, piel, conjuntiva o el intestino), es procesado por células presentadoras de antígeno que muestran epitopos de la molécula, a través del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), a linfocitos T cooperadores que a su vez activan células B para la producción de anticuerpos. Una vez que un individuo se sensibiliza, una nueva exposición a un alergeno en particular conlleva la liberación sérica de IgE con especificidad de alergeno por parte de las células plasmáticas y la respuesta inflamatoria concomitante esperada.
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Las variedades de alergia más frecuentes por las que se consulta se enumeran en el cuadro 98-1.
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