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Introducción

El interrogatorio para elaborar la historia clínica permite orientar y formular el diagnóstico en una cantidad importante de enfermos con padecimientos digestivos. La exploración física es fundamental y, en ocasiones, desde el primer contacto con el paciente ya es posible tener una idea del diagnóstico. Asimismo, es una buena guía para el estudio posterior, como ocurre con síntomas y signos tales como ictericia, palidez, “hedor hepático”, o bien, como sucede en el enfermo cirrótico con ascitis o en el paciente pálido y adelgazado que padece neoplasias malignas, entre otros. La exploración debe efectuarse en un ambiente cómodo, en condiciones adecuadas de luz y temperatura, con información suficiente por parte del médico y cooperación por parte del paciente; además, siempre debe efectuarse de manera ordenada y completa.

La mayor parte del aparato digestivo se encuentra alojado en cavidades naturales, como son tórax, abdomen y pelvis. Por esta razón es limitado su acceso mediante los procedimientos de exploración física que el clínico tiene a su disposición. No obstante, las enfermedades digestivas se expresan con frecuencia en sitios accesibles a la simple inspección: ictericia, telangiectasias, atrofias musculares en cara, regiones temporales y palmares; efélides en lugares poco comunes, como labios, cara palmar de los dedos (síndrome de Peutz-Jeghers), nódulos subcutáneos (metástasis), crecimiento de parótidas, entre otros. Otras regiones que proporcionan información útil mediante inspección y palpación, tanto para valorar algunos datos generales como alteraciones digestivas y cambios locales que pueden influir en la digestión, son las regiones proximal y distal, la boca y la región anorrectal.

En la boca es posible valorar hidratación, pigmentaciones anormales de la mucosa, halitosis, cambios linguales (lengua saburral, de poco valor diagnóstico; lengua lisa y rojiza, deficiencias nutricionales), zonas de leucoplasia, placas blancas de distribución irregular (Monilia) en enfermos inmunocomprometidos, neoplasias, sangre (trauma o enfermedad hemorrágica). En la dentadura se puede observar si hay mala implantación, si está incompleta, luxaciones, caries, todo lo cual origina masticación defectuosa. En la faringe se valoran tumores y procesos inflamatorios, que los gastroenterólogos deben aprender a buscar con más cuidado y conocer mejor, ya que su frecuencia ha sido demostrada con los nuevos conocimientos acerca de la enfermedad por reflujo gastroenteroesofágico. La exploración del abdomen debe ocupar parte importante de la atención porque en el mismo se pueden reconocer signos valiosos de las enfermedades digestivas; debe practicarse en las condiciones ideales que recomienda la propedéutica y emplear en forma ordenada la inspección, palpación, percusión y auscultación.

Inspección

Se valora forma y volumen; si hay aumento de volumen, se reconoce si el abdomen es “globoso”, como ocurre cuando hay ascitis en cantidad importante, acumulación de gases en el tubo digestivo o bien tumores de gran tamaño. Se tiene que diferenciar entre los trastornos anteriores y el exceso de grasa en la pared abdominal y, en su caso, el embarazo. La disminución de volumen se encuentra en pacientes adelgazados ...

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