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ANOMALÍAS CONGÉNITAS DE LA URETRA FEMENINA
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ESTENOSIS URETRAL DISTAL EN LA LACTANCIA Y LA INFANCIA (ESPASMO DEL ESFÍNTER URINARIO EXTERNO) Y MICCIÓN DISFUNCIONAL
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Ha habido mucha confusión acerca del sitio de obstrucción de las vías inferiores en niñas pequeñas que tienen enuresis, un chorro urinario lento e interrumpido, cistitis recurrente y pielonefritis, y en quienes, mediante la exploración, a menudo muestran reflujo vesicoureteral. El tratamiento se ha dirigido en gran medida al cuello de la vejiga, sobre bases más bien empíricas. Sin embargo, la mayoría de estas niñas tienen estenosis uretral distal congénita con espasmo secundario y esfínter externo estriado, más que obstrucción del cuello de la vejiga.
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Lyon y Tanagho (1965) encontraron que el anillo uretral distal se calibra a 14 F a los dos años de edad y a 16 F entre las edades de 4 y 10 años. Aunque esa área estenósica no debe causar obstrucción desde el punto de vista hidrodinámico, casi todos los observadores están de acuerdo en que la dilatación del anillo alivia los síntomas en esos casos, lo cual resulta en la curación o mejora de la infección persistente o disfunción vesical en 80% de las pacientes (Kondo, et al., 1994). Tanagho y colaboradores (1971) midieron presiones en la vejiga y la uretra proximal y media al mismo tiempo en niñas sintomáticas y encontraron presiones elevadas en reposo, algunas hasta de 200 cm de agua (normal: 100 cm de agua) en el segmento uretral medio. Los intentos por orinar causaron presiones intravesicales hasta de 225 cm de agua (normal: 30 a 40 cm de agua). Bajo efecto de curare, las presiones de cierre uretral cayeron a lo normal (40 a 50 cm de agua), lo que prueba que estas presiones de obstrucción fueron causadas por espasmo del músculo estriado del esfínter. Si se daba tratamiento al anillo uretral distal y se abatían los síntomas, los estudios repetidos de presión mostraban presiones de micción de la uretra media e intravesical normales. Por tanto, queda claro que la posible causa de los problemas urinarios en niñas pequeñas es espasmo del esfínter externo y no estenosis del cuello vesical (Smith, 1969).
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Además de las infecciones recurrentes de las vías urinarias, esas pacientes tienen titubeos para empezar a orinar y chorro urinario lento, vacilante o interrumpido. Enuresis y pérdida involuntaria de orina durante el día son quejas comunes. Tal vez requieran tensión abdominal para orinar. Se encuentran pequeñas cantidades de orina residual, que alteran el mecanismo de defensa vesical. Una cistouretrografía miccional puede revelar cuello vesical abierto e hinchazón de la uretra proximal, secundaria a espasmo del esfínter externo (figura 42.1).
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