Prefacio

El objetivo de la medicina es, como lo señala el connotado maestro Ruy Pérez Tamayo, ¹ “[…] que hombres y mujeres vivan jóvenes y sanos su vida, y finalmente mueran sin sufrimiento y con dignidad, lo más tarde que sea posible”. Sin duda, es necesario que los médicos contemos con las herramientas adecuadas que nos permitan, desde cualquiera que sea el ámbito de nuestra praxis cotidiana, alcanzar o al menos acercarnos lo más posible a ese propósito. La mejor herramienta con que contamos es, a su vez sin duda, el conocimiento. El cuerpo de conocimiento que conforma a la ciencia médica es amplísimo y toca a prácticamente todas las esferas del saber humano: las ciencias y las humanidades; toda actividad humana tiene, en algún momento, puntos de contacto con la medicina, lo cual no es de extrañar, dado que es el ser humano en donde se centra toda nuestra actividad. Así, en la visión del Dr. Guido Majno se puede representar a la medicina como un árbol en el que las raíces que le dan sustento y vitalidad son las ciencias básicas, incluyendo a la física, la química (matemáticas, agregaría), la inmunología, etc., y el follaje serían las distintas ramas de la medicina: cirugía, neurología y demás. ²

La Patología sería el tronco que no sólo soporta al follaje médico, sino que es conducto de la savia que le provee del conocimiento básico y lo pone en contacto con la clínica, con lo que se enriquecen mutuamente mediante el proceso de investigación. De esta manera, la Patología se convierte en el enlace entre estos dos mundos, es el vehículo en donde fluye el conocimiento médico lo que, al final, nos ayuda a llevar a cabo nuestro quehacer y a acercarnos al objetivo previamente planteado. Por tanto, el estudio-enseñanza de la Patología se convierte en un ejercicio que, de cierta manera, no simplemente reúne a las ciencias básicas y clínicas, sino que lo hace con la medicina misma. Los libros de Patología buscan compendiar a la medicina, analizar y explicar a las enfermedades bajo el contexto del conocimiento actual, de las ciencias básicas y clínicas, con el propósito de ayudar a entender al enfermo. Contribuir a que los jóvenes médicos en formación transiten por este puente del conocimiento de la medicina, la Patología, es el propósito fundamental de esta obra.

La información contenida en este libro puede, además, auxiliar a los maestros en sus tareas docentes. Patología está dividido en tres grandes secciones: en la primera se cuenta con temas introductorios, la historia de la disciplina, conceptos definitorios, sus métodos de estudio, la organización de un departamento, la citopatología y una perspectiva de la autopsia académica.

La segunda sección trata los grandes rubros de la Patología general, a saber, cómo se ven afectados células y tejidos por las diferentes noxas, cuáles son los mecanismos de envejecimiento. Además, en esta sección se encuentran otros capítulos esenciales para el mejor entendimiento de las enfermedades, como el de inflamación, fenómeno común a una buena parte de los padecimientos que aquejan a nuestros pacientes. La inmunopatología, que intenta explicar cuáles son los mecanismos de las numerosas enfermedades por trastornos de este sistema vital. También se abordan las neoplasias, y allí se analizan los factores asociados a la producción y evolución de estas entidades cada vez más frecuentes. El capítulo sobre la relación huésped-parásito describe los fenómenos relativos a las infecciones que son otro gran segmento del espectro de enfermedades humanas. Al analizar las alteraciones nutricionales se trata sobre padecimientos, entre otros, como obesidad y diabetes (cada día más frecuentes); las lesiones imputables a nuestro entorno son expuestas en el capítulo correspondiente.

La tercera sección corresponde a la Patología especial, es decir, a la descripción del daño causado por todos los agentes ya señalados y su repercusión en órganos y tejidos de todos los aparatos y sistemas del cuerpo humano. Se describen los cambios anatomopatológicos a nivel subcelular, tisular y están organizados con el propósito de ofrecer al lector los aspectos prácticos del método anatomopatológico, sus resultados, interpretación y correlación con los pacientes.

Los capítulos de esta obra fueron escritos con gran dedicación por patólogos expertos en cada área que se aborda, están cuidadosamente ilustrados con fotografías a color y de trazo, proporcionan información valiosa, útil y actualizada de las enfermedades que exponen. Se ponen en perspectiva tanto los aspectos epidemiológicos como los clínicos y moleculares; están escritos en lenguaje claro y de fácil lectura, lo que facilita su comprensión y estudio.

Los autores son profesores de Patología de diversas universidades de México, Argentina, Colombia, España y Estados Unidos, con sobrada experiencia en la docencia de pregrado y posgrado; una buena parte de ellos son, además, investigadores que publican sus trabajos regularmente. Como representantes de dichas naciones cercanas, enfatizan aquellas enfermedades que aquejan a nuestra población. Por otra parte, el texto se apega a los planes de estudio actuales en las universidades.

Quede constancia del agradecimiento debido a todos los colaboradores; su esfuerzo y dedicación han sido invaluables, sin duda robaron tiempo a sus actividades asistenciales, docentes, de investigación y personales para elaborar los manuscritos, recabar las fotografías, escoger las citas bibliográficas y un gran "etcétera" que implica la labor de terminar un capítulo, de modo que es más que merecido reiterar el agradecimiento y reconocimiento, lo cual es poco comparado con su trabajo.

De la misma manera es de reconocer el trabajo y esfuerzo del Dr. Javier de León, Lic. Manuel Bernal y Lic. Emilio Salas, de la eitorial McGraw-Hill, que acompañaron la gestación y alumbramiento de este libro.

Asimismo, las Sritas. María Esther Ortiz y Gabriela Pérez contribuyeron con innumerables tareas inherentes a la elaboración de esta obra, tales como transcripción, organización y control de los textos, comunicación con los autores y con la casa editorial, lo que también agradezco profundamente.

Pedro Francisco Valencia Mayoral