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Introducción

El carcinoma escamoso invasor cérvico-uterino (CaCu) es uno de los principales problemas de salud en el mundo, se estima que produce alrededor de 250 000 muertes por año, 80% de las cuales ocurren en países en vía de desarrollo. En México, durante el periodo de 1990 a 2000 se reportó un total de 48 761 defunciones por esta enfermedad, lo cual representó un promedio de 12 mujeres fallecidas cada 24 h. En EUA la incidencia ha declinado en las tres últimas décadas, colocándose en segundo en frecuencia después del cáncer de glándula mamaria; en 2008 se registraron 11 270 nuevos casos y 4 070 muertes por CaCu. La mayoría de las pacientes con carcinoma invasor son diagnosticadas entre los 40 a 50 años (rango de 17 a 90 años), 10-15 años posterior a la aparición de las lesiones precursoras. El mejor método de tamizaje para la detección temprana de lesiones precursoras de CaCu es la citología cervical, la cual ofrece una sensibilidad de 89% y una especificidad de 65%; con la aparición de este método se ha incrementado la detección del número de casos con lesiones precursoras, lo que ha permitido un tratamiento curativo oportuno.1-3

Lesiones precursoras de carcinoma escamoso de cuello uterino (cérvix)

Las lesiones precursoras del carcinoma escamoso cérvico-uterino se dividen según el sistema de Bethesda en lesiones intraepiteliales escamosas de bajo (LIEBG) y alto grados (LIEAG), que son un espectro continuo de condiciones precancerosas que inician con una mínima atipia y progresan a estadios con marcadas anormalidades intraepiteliales hasta carcinoma escamoso cervical. La terminología empleada en sus inicios para designar a las lesiones precursoras, y que en la actualidad no han podido ser desplazadas por completo por la clasificación de Bethesda (en sus inicios fue creada para el reporte de las lesiones precancerosas por citología cervicovaginal, y después introducida para histopatología), son en orden de tiempo de aparición el término de displasia (leve, moderada y severa), referido como un espectro de anormalidades epiteliales intermedias entre el epitelio normal y el carcinoma in situ.

A finales del decenio de 1960 a 1969, Richart introdujo el concepto de neoplasia intraepitelial cervical (NIC), que divide a las lesiones precursoras dentro de tres grupos: NIC 1, corresponde a lo antes diagnosticado como displasia leve; NIC 2, a displasia moderada, y NIC 3 para la displasia grave y carcinoma in situ. La equivalencia de términos se cita en el cuadro 48-1. En las lesiones de bajo grado (LIEBG) se incluyen las lesiones provocadas por el virus del papiloma humano (HPV), como son el condiloma plano y acuminado, así como la displasia leve del epitelio escamoso. Entre las lesiones de alto grado (LIEAG) se mencionan la displasia moderada y grave, así como el carcinoma in situ.4-7

Cuadro 48-1.

Terminología de las lesiones precursoras de carcinoma cérvico-uterino.

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