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INTRODUCCIÓN

Las manifestaciones oculares son una característica común de las enfermedades inmunológicas aunque, de forma paradójica, los ojos son también un sitio de privilegio inmunológico. La propensión para que la enfermedad inmunológica afecte a los ojos deriva de varios factores, incluyendo la rica vascularización de la úvea, la tendencia de los complejos inmunes a depositarse en varios tejidos oculares y la exposición de la membrana mucosa de la conjuntiva a los alergenos ambientales. Los trastornos inflamatorios de los ojos son más obvios (y a menudo más dolorosos) que los de otros órganos, como la tiroides y los riñones.

Las enfermedades inmunológicas de los ojos pueden dividirse en dos categorías principales: las mediadas por anticuerpos y por células. Como es el caso en otros órganos, en los ojos hay gran oportunidad de interacción de estas dos variantes.

ENFERMEDADES DEPENDIENTES Y MEDIADAS POR ANTICUERPOS

Antes de concluir que una enfermedad de los ojos depende de anticuerpos, deben cumplirse los siguientes criterios:

  1. Debe haber evidencia de anticuerpos específicos en el suero o las células plasmáticas del paciente.

  2. Debe identificarse el antígeno y, de ser posible, caracterizarse.

  3. Debe demostrarse que el mismo antígeno produce respuesta inmunológica en los ojos de animales de experimentación y los cambios patológicos producidos en dicho animal deben ser similares a los observados en el humano.

  4. Debe ser posible producir lesiones similares en los animales sensibilizados pasivamente con suero de un animal afectado, a pesar de la aplicación de los antígenos específicos.

A menos que se satisfagan todos los criterios anteriores, debe pensarse que la enfermedad es posiblemente dependiente de anticuerpos.

En tales circunstancias, la enfermedad puede catalogarse como mediada por anticuerpos si sólo se cumple uno de los siguientes criterios:

  1. Hay anticuerpos para un antígeno en cantidades más elevadas en los líquidos oculares que en el suero (después de hacer ajustes en las cantidades totales de inmunoglobulinas en cada líquido).

  2. Están presentes acumulaciones anormales de células plasmáticas en la lesión ocular.

  3. Existen acumulaciones anormales de inmunoglobulinas en el sitio de la enfermedad.

  4. Se fija complemento por inmunoglobulinas en el sitio de la enfermedad.

  5. Hay acumulación de eosinófilos en el sitio enfermo.

  6. La enfermedad ocular se asocia con un padecimiento inflamatorio en alguna otra región del cuerpo en la cual se demostró dependencia de anticuerpos o fue fuertemente sugerida.

CONJUNTIVITIS POR FIEBRE DEL HENO (VÉASE TAMBIÉN CAPÍTULO 5)

Se caracteriza por edema e hipertermia de la conjuntiva y párpados (figura 16-1) por picazón, que está siempre presente, y lagrimeo. Coexiste a menudo con picazón asociada en la nariz además de rinorrea. La conjuntiva aparece pálida y abultada por el edema intenso, que a menudo es de aparición rápida. Puede haber incidencia estacional distintiva, pues los enfermos pueden determinar con precisión la fecha de aparición de los síntomas en el mismo periodo de cada año. ...

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