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Generalidades y consideraciones anatómicas

La visión para los seres humanos, y para otros muchos seres vivos, es fundamental para la conservación de la vida y para un buen desempeño. Por ese motivo, los ojos han sido privilegiados con una inervación sensorial y motora altamente especializada. De los 12 pares craneales, siete están implicados de manera directa o indirecta con ellos o sus anexos. La aparente simple movilidad ocular representa uno de los sistemas más finos y complejos de nuestro organismo, que incluye tres de los 12 nervios craneales, los que transmiten información desde centros corticales superiores, en su mayoría en la corteza frontal y la corteza occipital, encargados de la coordinación fina de los movimientos.

Para la visión binocular es indispensable mantener el paralelismo de los ejes visuales en todo momento. El ESTRABISMO se define como la pérdida del paralelismo de los ejes visuales oculares y ausencia de visión binocular. Los movimientos deben ser precisos y justo al mismo tiempo en ambos ojos. Para ello existe una infinidad de interconexiones neuronales que permiten una gran precisión al momento de fijar la vista en un objeto móvil o estático. Estudios especializados han demostrado la gran actividad cerebral que se genera con el simple hecho de seguir, por ejemplo, un ave en vuelo.

Los globos oculares y sus tejidos circundantes se encuentran albergados en las órbitas, cavidades óseas de forma piramidal, de vértice posterior y base anterior. Los encargados de la movilidad ocular son los MÚSCULOS llamados EXTRAOCULARES, seis para cada ojo, cuatro rectos y dos oblicuos: 1) RECTO SUPERIOR; 2) RECTO INFERIOR; 3) RECTO INTERNO o MEDIAL; 4) RECTO EXTERNO o LATERAL; 5) OBLICUO SUPERIOR o MAYOR, y 6) OBLICUO INFERIOR o MENOR.

Excepto el oblicuo inferior, todos se originan en el vértice de la órbita. Los cuatro rectos parten de un tendón común, en el anillo de Zinn, y se dirigen hacia adelante para insertarse en la parte anterior del globo ocular. El oblicuo superior es el más largo de los músculos extraoculares, nace del cuerpo del esfenoides y también recorre la órbita hacia adelante hasta llegar a la tróclea, donde su tendón cambia de dirección para insertarse en la porción superoanterior del globo, por debajo del recto superior. El oblicuo inferior se origina en el borde anteroinferior de la órbita, se dirige hacia atrás y por debajo del globo ocular hasta insertarse en la porción posteroinferior del mismo por debajo del recto externo, cerca de la proyección de la mácula sobre la esclerótica (Fig. 6-1).

Fig. 6-1.

Vista lateral y temporal de la órbita. La órbita contiene al globo ocular y a los seis músculos extraoculares. Éstos nacen del vértice de la órbita en el anillo de Zinn (1). Hacia arriba se dirige el recto superior (2), del cual se desprende el músculo elevador del párpado (3). Insertado en la ...

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