+++
Autopercepción de la salud
++
El envejecimiento no es un fenómeno exclusivo de las sociedades modernas; ha estado presente en todas las etapas del desarrollo social y siempre ha suscitado el interés de la filosofía, el arte y la medicina. Sin embargo, durante el presente siglo se observa una situación singular: más y más personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre determina como principio de la vejez, lo cual hace del envejecimiento poblacional un reto para las sociedades modernas. Esto, que se ha considerado uno de los logros más importantes de la humanidad, se transformará en un problema si no se anticipan sus consecuencias y se les da cauce adecuado.
++
Todos los clínicos han reconocido el progresivo envejecimiento poblacional y sin duda temen los importantes efectos que se observarán en las áreas social y sanitaria derivados de este proceso. Conocer el estado de salud de los viejos permitirá adecuar los servicios, establecer prioridades y determinar la eficiencia y la efectividad de las intervenciones médicas. Al mismo tiempo, los hechos que han documentado el aumento de la longevidad de la población representan un avance y un reto para su atención, y en este reto debe enfocarse el mayor esfuerzo. La transición demográfica hacia una población longeva con características particulares obliga a los gerontólogos a enfrentar una creciente demanda de cuidados médicos y sociales geriátricos. La finalidad principal de las expectativas de vida de los viejos es una buena calidad; casi todas las opiniones coinciden en que, más que muchos años, se persiguen mejores años, entendidos como el estado biológico, psicológico, social y económico en que se encuentra una persona y que percibe en relación a sí misma y respecto de la sociedad como bueno o malo. La calidad de vida en la vejez es, en buena medida, consecuencia de las particularidades del medio en que el sujeto se desarrolla durante toda su existencia, y en esta etapa se relaciona de manera significativa con la autonomía y la independencia. En este concepto vago y difícil de sistematizar se han distinguido dos vertientes principales:
++
La parte objetiva, que se refiere a lo que una sociedad puede ofrecer para satisfacer las necesidades materiales esenciales, como salud, alimentación, educación, empleo, condiciones de trabajo, retiro, jubilación, tiempo libre, ocio, ingresos, bienestar material, vivienda, calidad del medio ambiente, etc., que en general son susceptibles de medirse.
La parte subjetiva, que no puede cuantificarse, se relaciona con la concepción de cada individuo respecto de la satisfacción, la autorrealización y el desarrollo personal; es una apreciación totalmente particular, algo tan íntimo y subjetivo que no puede y no debe transformarse desde el exterior en un concepto sistematizado y medido en función de un parámetro uniforme. ¿Cómo puede intervenirse en la calidad de vida? En primer término, no debe determinársela en función de los parámetros de terceros; la concepción de la calidad de vida se genera en el paciente y de ninguna manera debe ...