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Introducción

La disfunción eréctil se define como la incapacidad persistente para alcanzar y mantener una erección el tiempo suficiente para lograr una actividad sexual satisfactoria en pareja. En un estudio realizado en Estados Unidos se informó una incidencia de 24 nuevos casos por cada 1 000 varones, así como una prevalencia combinada de 52% para disfunción mínima, moderada y completa entre individuos de 40 a 70 años de edad; la prevalencia para cada grado fue de 17.2, 25.2 y 9.6%, respectivamente. Se calcula que 30 a 40% de los mayores de 75 años de edad presenta disfunción completa.

Factores de riesgo

Aunque la edad es un factor de riesgo importante para la disfunción eréctil, hay algunos otros, como diabetes mellitus, hipertensión arterial, hiperlipidemia, depresión y tabaquismo. La obesidad y el consumo excesivo de alcohol también se consideran factores de riesgo, así como hipotiroidismo, insuficiencia renal crónica, hipogonadismo, hiperprolactinemia, intervención quirúrgica radical y radioterapia pélvicas, además de traumatismos con rotura de huesos pélvicos, sección medular y padecimientos neurológicos degenerativos.

Anatomía

El pene se nutre a través de la arteria peniana, rama de la arteria pudenda interna que a su vez es una rama de la arteria iliaca interna. Al llegar al límite proximal del pene, la arteria peniana se divide en la arteria dorsal, que da origen a las arterias cavernosas (que discurren por el centro de los cuerpos cavernosos) y la arteria bulbouretral, que irriga el cuerpo esponjoso y el glande. El retorno venoso se origina en los sinusoides, que recorren oblicuamente la túnica albugínea y drenan hacia las venas circunflejas, las cuales se unen a la vena dorsal profunda, que se proyecta por la superficie dorsal del pene hacia el plexo de Santorini, por encima de la próstata.

El sistema nervioso autónomo controla la erección. Los principales mediadores de la erección proceden de los nervios parasimpáticos S2-4, en tanto que la eyaculación y la detumescencia se hallan bajo el control de los nervios simpáticos T11-L2. Estas fibras autónomas se unen en el plexo pélvico para formar los nervios cavernosos, que se dirigen hacia la base del pene entre los bordes de la base de la próstata.

Por otra parte, en la médula espinal se localiza un área conocida como centro espinal de erección, que forma un arco reflejo con los nervios espinales, con elementos sensoriales y motores.

Fisiología

El tono de las paredes de músculo liso, regulado por la cantidad de calcio de las células, las arterias helicoidales y los espacios trabeculares, es el modulador del proceso de erección. Una serie de neurotransmisores y factores derivados del endotelio del músculo liso controlan la flacidez y la tumescencia del pene.

Relajación de músculo liso (erección)

La sintetasa de óxido nítrico produce L-arginina, que a ...

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