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Introducción

Este capítulo está dedicado con todo cariño, respeto y admiración a la Dra. ROSARIO BARROSO MOGUEL, primera mujer que ingresó a la Academia Nacional de Medicina, excelente neuropatóloga y gran maestra que ya no puede acordarse de nosotros pero que será recordada por muchas generaciones de alumnos por su generosidad y grandeza humana.

Alois Alzheimer descubrió en 1907 la enfermedad que hoy lleva su nombre al informar de una mujer de 55 años con una demencia progresiva que falleció y al estudiar su cerebro usando técnicas de tinción de plata encontró células anormales que contenían marañas de neurofibrillas y entre las células aglomeraciones de terminaciones nerviosas (placas neuríticas) en la corteza cerebral. Estos hallazgos neuropatológicos (marañas de neurofibrillas y placas neuríticas) siguen siendo fundamentales para hacer el diagnóstico de esta enfermedad, que actualmente es la causa más frecuente de demencia en el adulto.

A partir de 1930 se empieza a señalar la posible influencia del factor hereditario en la enfermedad de Alzheimer (EA) en esa fecha en una reunión de psiquiatría en Baviera se menciona la presencia del padecimiento en familias; Schottky en 1932 describió la enfermedad en un padre y su hija y en 1933 Gillespie presentó un informe sobre la aparición familiar de la EA en la Royal Society of Medicine de Londres.

En 1952 Sjögren et al. realizaron el primer estudio formal de agregación familiar. Desde entonces se han realizado varios estudios de esta naturaleza entre los que destacan el de Heston et al., que encontraron que 40% de 125 casos con EA con diagnóstico confirmado por autopsia tenía antecedentes familiares de demencia, Chui et al. en 146 pacientes observaron que 45% tenía antecedentes familiares de demencia y Mayeux et al. en 121 pacientes encontraron en 37% historia familiar de demencia. La mayoría de los casos de enfermedad de Alzheimer es esporádico (60%), aproximadamente en 30% de los pacientes hay historia familiar en al menos 1 pariente de primer grado pero no se puede demostrar un patrón de herencia definido y menos de 10% tiene un patrón de herencia autosómico dominante (AD).

Los estudios de gemelos en EA han sido difíciles por ser una enfermedad de inicio tardío pero variable por lo que se requiere un seguimiento a largo plazo. En términos generales la concordancia para gemelos homocigotos o idénticos varia según los diferentes estudios entre 40 y 50% y en gemelos dicigotos o no idénticos entre 10 a 50%.

Los primeros informes de familias con patrón hereditario autosómico dominante datan de 1979, a partir de entonces empiezan a aparecer informes de varias familias con este patrón de herencia en diferentes poblaciones.

De particular interés es la publicación de Bird et al. en 1988 acerca de un grupo de cinco familias con herencia autosómica dominante que descienden de un grupo cultural conocido como ...

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