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Introducción

La psicosis en el adulto mayor constituye un grupo heterogéneo de trastornos psiquiátricos primarios, neurodegenerativos, vasculares o afectivos, cuyo resultado es un trastorno del contenido del pensamiento, la sensopercepción y la conducta. A manera de introducción, es importante definir algunos conceptos que quizá el lector desconozca, en especial si no está relacionado con áreas afines a las ciencias de la conducta y la salud mental. El término psicosis (del griego psyché, alma, mente) se refiere a los trastornos mentales de causa orgánica en los que se presenta desorganización profunda de la personalidad, alteraciones del juicio crítico y la relación con la realidad, trastornos del contenido del pensamiento como las ideas delirantes y, a menudo, perturbaciones de la sensopercepción (alucinaciones). El concepto de alucinación (del latín hallucinatio y éste de hallucinari, equivocarse) designa una percepción sensorial sin estímulo externo del receptor correspondiente. Se debe distinguir entre psicosis, que por definición no incluye los trastornos de la conciencia, y delirium, en el que se observan evidencias de alteración de la conciencia, con fallas de atención y desorientación autopsíquica, alopsíquica o ambas, así como del delirio, que equivale a un trastorno formal del pensamiento o idea delirante (la creencia falsa de que el paciente sostiene con convicción, irreductible a la realidad externa). La descripción breve de estos conceptos aclara la psicopatología que se describe en este capítulo.

El efecto de la psicosis en el viejo cobra singular importancia dado el rápido crecimiento de esta población.

En términos generales, este grupo heterogéneo de trastornos neuropsiquiátricos puede dividirse en varias entidades nosológicas cuyo síntoma común es la psicosis: trastornos delirantes (esquizofrenia, trastorno esquizofreniforme, esquizoafectivo y delirante paranoide), trastornos afectivos o del humor (depresión mayor con síntomas psicóticos y trastorno bipolar) y trastornos cognoscitivos (neurodegenerativos, vasculares y mixtos). Aquí se revisan los más frecuentes y de mayor interés para el clínico.

Existen múltiples evidencias biológicas relacionadas con el sustrato estructural de los síntomas psicóticos en los pacientes de edad avanzada que se revisan en detalle más adelante, pero es indudable que también los factores ambientales desempeñan una función importante. Entre éstos, los elementos culturales deben tomarse en cuenta para la valoración de un paciente adulto mayor con psicosis.

Faison y Armstrong consideran que la información cultural debe incluir: a) identidad cultural del paciente, b) explicación cultural de la enfermedad; c) factores culturales relacionados con el contexto psicosocial y el nivel de funcionalidad; d) elementos culturales entre la relación médico-paciente, y e) valoración cultural global para el diagnóstico y la atención médica. Por lo tanto, es probable que los síntomas se perciban como psicóticos en determinada cultura, pero no en otra. Con frecuencia, en las culturas afroamericanas, hispanas e indoamericanas se utilizan conceptos vinculados con espiritualidad y brujería para explicar síntomas psicológicos. En grupos étnicos minoritarios, la somatización se emplea como recurso para atenuar el estrés; ...

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