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NOTA

Este capítulo es una revisión del capítulo de Roger Humphries, MD, que aparece en la 6ª edición.

MANEJO INMEDIATO DE LESIONES POTENCIALMENTE MORTALES

Las lesiones abdominales son potencialmente mortales y deben abordarse con precaución. Después de un traumatismo, el abdomen puede representar el sitio de un amplio espectro de lesiones que, si no se descubren y corrigen de manera expedita, pueden conducir a consecuencias perjudiciales. Por tradición, estas lesiones se clasifican ya sea como traumatismo cerrado o lesiones penetrantes. La mayoría de los traumatismos abdominales cerrados son secundarios a accidentes automovilísticos, en tanto que las lesiones penetrantes ocurren de manera predominante como consecuencia de heridas por arma de fuego o blanca. Los pacientes con traumatismo abdominal requieren una evaluación y estabilización rápidas, al igual que una interconsulta con cirugía desde un principio, cuando esté indicada, para maximizar las posibilidades de un resultado exitoso.

Evaluación

El manejo inicial de todos los pacientes traumatizados es el mismo y el traumatismo abdominal no es la excepción. Según indican los protocolos ATLS, comience la evaluación con una exploración primaria rápida, incluyendo valoración de vías respiratorias, respiración, circulación, incapacidad y exposición.

A. Vías respiratorias

Evalúe las vías respiratorias manteniendo inmovilización de las cervicales hasta descartar una lesión potencial, se puede utilizar la tracción mandibular sin extensión de la cabeza para abrir la vía respiratoria del paciente traumatizado. Administre oxígeno de alto flujo e intube al paciente si está indicado.

B. Respiración

Evalúe primero la respiración mediante la auscultación de los sonidos respiratorios; sin embargo, la disminución o ausencia de estos sonidos debe motivar la sospecha clínica de un posible neumotórax; a continuación inspeccione en busca de asimetría de los movimientos de la pared torácica, heridas abiertas o segmentos inestables, luego palpe con cuidado la pared torácica. La crepitación palpable puede indicar neumotórax o fracturas de costilla; es importante que ejecute con rapidez la descompresión con aguja o la toracostomía con sonda, cuando esté indicado (consulte el capítulo 24). Pueden ser útiles la oximetría de pulso y la capnografía.

C. Circulación

Evalúe la circulación. Si existe una hemorragia externa evidente, contrólela con presión directa. Evalúe los pulsos, el llenado capilar y la presión arterial. Obtenga acceso intravenoso, de preferencia con al menos dos catéteres periféricos de calibre grueso (≥16). Si el acceso intravenoso periférico es inadecuado o imposible de obtener, coloque un catéter venoso central o una sonda intraósea. Comience la reanimación con líquidos. El examen FAST es importante en esta etapa de la valoración, en particular cuando se trata de pacientes hemodinámicamente inestables, donde un examen FAST positivo sería una indicación inmediata para la laparotomía de urgencia.

D. Incapacidad

Para evaluar la incapacidad, lleve a ...

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