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INTRODUCCIÓN

CONCEPTOS CLAVE

  1. Entre los trastornos de la conciencia hay varios en los que el grado de conciencia (estado de alerta o vigilia) se deteriora, como sucede en los estados de confusión aguda y el coma, y otros en los que el grado de conciencia es normal, pero su contenido se altera, como ocurre en la demencia y los trastornos amnésicos.

  2. Un estado de confusión aguda se puede distinguir fácilmente de la demencia por la evolución cronológica del deterioro: el inicio de los estados de confusión aguda puede ser agudo o subagudo, y por lo común se desarrolla en cuestión de horas a días, mientras que la demencia es un trastorno crónico que evoluciona en el transcurso de meses o años.

  3. Ciertas causas del estado de confusión aguda se deben identificar con urgencia porque pueden desembocar con rapidez en graves daños estructurales en el cerebro e incluso la muerte, y el tratamiento inmediato puede prevenir tales complicaciones: entre los ejemplos están la hipoglucemia, la meningitis bacteriana, la hemorragia subaracnoidea y la hemorragia intracraneal traumática.

  4. Las causas más comunes de demencia son la enfermedad de Alzheimer, la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia vascular, y en muchos casos las causas son múltiples; aunque las causas reversibles de la demencia son raras, es importante diagnosticarlas.

Conciencia significa discernir lo que ocurre en el mundo interno o externo, y los trastornos de la conciencia pueden afectar el grado de ésta o su contenido.

Alteraciones del grado de conciencia

Las anormalidades del grado de conciencia se caracterizan por el deterioro del estado de alerta o vigilia y son consecuencia de lesiones agudas del sistema de activación reticular ascendente (figura 1-1) o de ambos hemisferios cerebrales. El grado de pérdida de conciencia más grave es el coma, en el cual el paciente ni responde ni es posible despertarlo. La depresión menos intensa de la conciencia tiene por resultado un estado de confusión aguda o delirio, en el que el paciente responde de manera intencional por lo menos a ciertos estímulos, pero está somnoliento, desorientado y falto de atención. En algunos estados de confusión aguda, la agitación predomina o se alterna con somnolencia, y puede ser acompañada por cambios autónomos (fiebre, taquicardia, hipertensión, sudoración, palidez o rubor), alucinaciones y anormalidades motoras (temblores, asterixis o mioclonos).

Figura 1-1.

El sistema de activación reticular del tallo cerebral y sus proyecciones ascendentes hacia el tálamo y los hemisferios cerebrales.

Alteraciones del contenido de la conciencia

Muchas afecciones pueden alterar el contenido de la conciencia sin afectar su grado. Son ejemplos de esto las lesiones cerebrales focales que producen trastornos aislados del lenguaje o la memoria, y los procesos patológicos crónicos más difusos que causan deterioro generalizado de la función mental (demencia...

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