Skip to Main Content

¡La nueva aplicación Access ya está disponible!

Lleve su aprendizaje al siguiente nivel con la biblioteca Access en la palma de su mano. Acceda al instante a libros, vídeos, imágenes, podcasts y funciones personalizadas, donde quiera y cuando quiera.

Descárguela ahora: iOS and Android. ¡Descubra más aquí!

ANATOMÍA DE LA AORTA

La aorta está formada por dos segmentos principales: la aorta proximal y la distal. Ambos poseen características estructurales propias que influyen en las manifestaciones clínicas de sus afecciones y las estrategias terapéuticas específicas (fig. 22-1). El segmento aórtico proximal abarca la aorta ascendente (AA, ascending aorta) y la porción transversa del cayado aórtico. La aorta ascendente comienza en la válvula aórtica (AoV) y termina en el sitio donde se origina la arteria o tronco braquiocefálico. La primera porción de la AA es la raíz aórtica, que incluye el anillo de la válvula aórtica y los tres senos de Valsalva; las arterias coronarias se originan en dos de estos senos. La raíz aórtica se une a la porción tubular de la AA en el borde sinotubular. La porción transversa del cayado aórtico es el segmento del cual se originan las ramas braquiocefálicas. El segmento aórtico distal abarca la aorta torácica descendente y la aorta abdominal. La aorta torácica descendente comienza en un punto distal al origen de la arteria subclavia izquierda y se extiende hasta el hiato diafragmático, sitio en el cual se transforma en la aorta abdominal. El segmento torácico descendente da origen a numerosas ramas bronquiales y esofágicas, así como a las arterias intercostales segmentarias, que aportan circulación a la médula espinal.

Figura 22-1.

Ilustración de la anatomía aórtica torácica normal. Los vasos braquiocefálicos nacen del cayado aórtico transversal y se usan como referencias anatómicas para definir las regiones del cayado. La aorta ascendente es proximal al tronco braquiocefálico, mientras que la aorta descendente es distal a la arteria subclavia izquierda.

El gran volumen sanguíneo que fluye a alta presión a través de la aorta torácica no se puede comparar con el de ninguna otra estructura vascular. Debido a esto, cualquier alteración que deteriore la integridad de la aorta torácica, como disección aórtica, rotura de aneurisma o lesión por traumatismo, tiene consecuencias catastróficas.

En el pasado, la reparación quirúrgica abierta de estos trastornos era una tarea intimidante acompañada de morbilidad y mortalidad importantes. Las estrategias para proteger al cerebro y la médula espinal durante tales reparaciones se han vuelto cruciales para evitar complicaciones devastadoras. En fecha reciente, el tratamiento intravascular para la enfermedad aórtica torácica en algunos sujetos se ha convertido en una práctica aceptada, la cual produce menos efectos secundarios en comparación con las estrategias tradicionales.

ANEURISMAS DE LA AORTA TORÁCICA

El aneurisma aórtico se define como una dilatación local permanente que genera un incremento de por lo menos 50% del diámetro normal de la aorta en un punto anatómico determinado.1 La incidencia anual de aneurismas de la aorta torácica se calcula en 5.9 por 100 000 personas.2 Las manifestaciones clínicas, los tratamientos y los resultados de éstos en individuos con aneurismas aórticos ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.