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GENERALIDADES

1 La cirugía neurológica provee las técnicas quirúrgicas y no quirúrgicas (prevención, diagnóstico, valoración inicial, tratamiento, asistencia crítica y rehabilitación) para tratar los trastornos de los sistemas nerviosos central, periférico y autónomo (ANS; autonomic nervous systems). Estas alteraciones incluyen las de cerebro, meninges, cráneo y base del cráneo, así como su riego sanguíneo. De igual modo, son competencia de la neurocirugía las técnicas quirúrgicas y endovasculares de las anomalías de los vasos intracraneales y extracraneales que llegan al cerebro y la médula espinal; los padecimientos de la glándula hipofisaria; los trastornos de médula espinal, meninges y columna vertebral, entre ellos los que necesitan tratamiento por fusión, instrumentación o técnicas endovasculares, al igual que los trastornos de los nervios craneales y raquídeos en todas sus trayectorias.

El primer paso para establecer el diagnóstico neurológico es la anamnesis precisa. Un antecedente de traumatismo o los síntomas neurológicos tienen interés evidente, pero los síntomas constitucionales también son importantes. La enfermedad neurológica puede tener efectos sistémicos, en tanto las afecciones de otros sistemas quizás afecten la función neurológica. Es necesario conocer la habilidad general del paciente, desde el punto de vista médico, para soportar el estrés fisiológico de la anestesia y la intervención quirúrgica. Estos aspectos se aclaran con la anamnesis detallada del sujeto o la familia, además de una exploración física confiable.

NEUROANATOMÍA

El conocimiento de la neuroanatomía es la base para la exploración y el diagnóstico neurológicos integrales. Se consideran las características sobresalientes, en sentido cefalocaudal. Los hemisferios cerebrales (o telencéfalo) consisten en corteza cerebral, sustancia blanca subyacente, ganglios basales, hipocampo y amígdala. La corteza cerebral es la parte más reciente del sistema nervioso desde el punto de vista evolutivo. Sus funciones se han rastreado hasta pequeñas áreas anatómicas. Las regiones frontales participan en la función ejecutiva, la toma de decisiones y la contención de las emociones. La franja motora, o circunvolución precentral, es el componente más posterior de los lóbulos frontales y en ella se halla un homúnculo desde la cabeza inferior y lateral hasta las extremidades inferiores en las partes superior y medial. El área motora del habla (área de Broca) se encuentra en la parte posteroinferior del lóbulo frontal izquierdo en casi todas las personas diestras y hasta en 90% de los zurdos. El lóbulo parietal se ubica entre el surco central por delante y el lóbulo occipital por detrás. La circunvolución poscentral es la franja sensorial y también está dispuesta a lo largo del homúnculo. El resto del lóbulo parietal se encarga de la conciencia del propio cuerpo en el espacio y en relación con el ambiente inmediato, la orientación corporal y las relaciones espaciales. Los lóbulos occipitales son los más posteriores. La corteza visual yace a lo largo de las superficies mediales en aposición respecto de los lóbulos occipitales. El lóbulo occipital izquierdo recibe e integra datos de la mitad izquierda de cada retina. Por lo ...

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