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El término “feohifomicosis” incluye una serie de cuadros clínicos causados por diversos hongos negros patógenos oportunistas, dematiáceos o feohifomicetos, que por lo general producen abscesos subcutáneos y cerebrales.
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Es de gran importancia distinguir estas micosis de otras producidas por hongos negros; en la feohifomicosis, los hongos, al parasitar, se manifiestan en forma de hifas gruesas y tabicadas, a veces con levaduras, y nunca forman células muriformes o fumagoides como en el caso de la cromoblastomicosis, o bien granos como en los micetomas eumicéticos negros; también es preciso marcar diferencia con los cuadros de hipersensibilidad o alergias que pueden dar los hongos negros, debido a que son los más frecuentes, en particular especies de los géneros de Alternaria y Cladosporium. Tomando como base que la feohifomicosis es la infección por hongos negros, melánicos, fuliginosos o pigmentados, este término sería muy extenso y ambiguo; así que algunos autores la dividen en cuatro tipos:
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Superficial
Cutánea: tiña negra, piedra negra y algunas otras infecciones superficiales por Neoscytalidium (Nattrassia) (anteriormente Scytalidium).
Ótica: otomicosis u otitis externa micótica.
Ocular: queratitis micótica o úlceras corneales micóticas.
Subcutánea
Cerebral
Diseminada o sistémica
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Dematiomicosis, cladosporiosis cerebral, cladosporiosis subcutánea, quiste micótico, enfermedad de Banti, phaeohyphomycosis.
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Antecedentes históricos
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La primera descripción de la enfermedad, aunque muy breve, la hizo Banti en Italia en 1911. A partir de una necropsia encontró “múltiples nódulos que parecían un sarcoma melanótico”; comprobó el origen fúngico por medio de la biopsia. Un año después, Saccardo clasificó el hongo obtenido como Torula bantiana. Durante los 40 años posteriores al descubrimiento de Banti no hubo reportes de esta enfermedad hasta 1952, cuando Binford y colaboradores describieron un caso en Estados Unidos; se trataba de un paciente que había padecido de crisis convulsivas por años y a quien se le detectó un absceso cerebral, el cual fue extirpado por cirugía; a la histopatología se comprobó que este absceso estaba compuesto por una masa de hifas pigmentadas; el cultivo obtenido fue clasificado por Emmons como Cladosporium trichoides; en realidad este hongo era el mismo del primer aislamiento y fue reclasificado por Borelli en 1960 como Cladosporium bantianum.
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El término de feohifomicosis (phaeohyphomycosis) fue acuñado por Ajello y colaboradores, en 1974, para organizar a una serie de padecimientos producidos por hongos negros; dicho término fue aceptado por la International Society for Human and Animal Mycology (ISHAM) y proviene del vocablo griego phaios (“negruzco”, “oscuro”); de aquí que el nombre más correcto para denominar a los hongos negros sea el de feohifomicetos, en vez de dematiáceos; asimismo, hifo viene de “hifa”, “filamento”, es decir, son micosis causadas por hongos filamentosos oscuros o melanizados.
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La feohifomicosis es una entidad clínica rara; sin embargo, es uno de los padecimientos ...