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INTRODUCCIÓN

Aunque el término “agentes de destrucción masiva” a menudo se utiliza para la planificación de eventos terroristas, en realidad pocos compuestos químicos pueden ser liberados por terroristas en la forma apropiada para crear un gran número de muertes. Sin embargo, pueden existir víctimas asociadas con la liberación de compuestos químicos. En 1984, un accidente industrial en Bhopal, India, causó más de 2 500 muertes y 200 000 lesionados por la exposición a metil isocianato. La emisión natural de dióxido de carbono en el lago Nyos en Camerún ocasionó 1 700 muertes por asfixia química. El terrorismo químico puede ocurrir a través de actos voluntarios, como la liberación de gas sarín en el tren subterráneo de Tokio en 1995, en el cual fallecieron 12 personas y 5 500 buscaron atención médica. El médico de urgencias tiene más probabilidad de encontrarse con liberaciones accidentales de compuestos químicos en un accidente industrial o de transportación. En el año 2005, una colisión de un tren de carga en Graniteville, Carolina del Sur, causó la liberación de cloro gaseoso que ocasionó nueve defunciones y 511 consultas en el servicio de urgencias.1 Cada año en Estados Unidos hay 15 000 episodios en los cuales se liberan accidentalmente compuestos químicos peligrosos.

Lo que se ha aprendido de estos incidentes es que cuando se liberan agentes químicos, estas sustancias crean un efecto de penumbra, en el cual ocurre una urgencia química verdadera en el epicentro y una gran sombra de terror y pánico surge en los individuos que tienen menor exposición. La planificación para la atención de desastres químicos debe tomar en consideración las urgencias químicas que ocurren cerca del centro donde ocurrió la liberación del compuesto químico y el caos acompañante por el temor a la exposición. Lo que hace que estos eventos sean abrumadores para los servicios de urgencias es el gran número de víctimas, que suelen llegar caminando, atemorizados y por sus propios medios al hospital. La planificación apropiada para el tratamiento de esta población grande y muy complicada, es fundamental en el concepto de preparación ante desastres por urgencias químicas y eso tal vez sea aún más importante que contar con antídotos específicos para sustancias poco comunes que podrían encontrarse.

En el epicentro de la liberación química (zona caliente) los individuos muy contaminados por lo general fallecen con rapidez. En el área circundante inmediata (zona tibia), dependiendo de la sustancia y de la circunstancia que rodea la liberación, hay un número significativo de individuos expuestos a la sustancia química que podrían necesitar descontaminación y cuidados intensivos. En el área circundante a menudo se encuentran miles de individuos con temor a la exposición y diversos síntomas que pueden ser difíciles de atribuir directamente al compuesto químico liberado.

GUÍAS LIMITADAS PARA LA EXPOSICIÓN A MATERIALES PELIGROSOS

La agencia de protección ambiental en Estados Unidos ha creado una guía de exposición aguda en ...

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