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Los niños de todas las edades, incluso los recién nacidos, perciben el dolor.1 Las visitas a las salas de urgencias y las experiencias previas con el personal sanitario provocan ansiedad en niños y en sus cuidadores. La ansiedad puede ser más problemática que el dolor mismo; también es “contagiosa” en el grupo familiar. La ansiedad de los padres a su vez incrementa la de los niños, lo que puede ocasionar un círculo vicioso.
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En este capítulo se revisan las medidas farmacológicas y no farmacológicas para reducir el dolor y ansiedad experimentados por el niño en las salas de urgencias.
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PEDIATRÍA DEL DESARROLLO Y SU IMPACTO EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR Y ANSIÓLISIS
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Las etapas del desarrollo de la infancia afectan la valoración del paciente pediátrico (véase capítulo e109.1, Valoración del niño en el servicio de urgencias: aplicación en el desarrollo normal del niño). Se utilizan técnicas apropiadas para el desarrollo del niño a fin de reducir las experiencias negativas de los pacientes de diferentes edades.
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RECIÉN NACIDOS Y LACTANTES (0 A 9 MESES DE EDAD)
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El recién nacido y los lactantes tienen atributos singulares del desarrollo que son relevantes para la ansiedad y el dolor (cuadro 39-1). Estos atributos significan que el lactante a menudo puede ser explorado al mantenerlo separado de sus padres y que una breve experiencia dolorosa (p. ej., la inyección de un anestésico local) no afectará la respuesta del lactante al siguiente procedimiento (p. ej., realización de una sutura).
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PREESCOLARES (10 A 36 MESES DE EDAD)
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La experiencia del preescolar en las salas de urgencias está constituida en gran medida por el desarrollo de fenómenos que caracterizan a este grupo de edad: “la ansiedad ante los extraños”. La separación o incluso la percepción de la posibilidad de separación del cuidador puede causar gran angustia. Esta angustia, asociada a la falta de abstracción temporal en este grupo de edad constituye el escenario más difícil. De forma que es importante la presencia e incluso la participación de los padres en la preparación de un procedimiento doloroso. Los niños en este grupo de edad siempre deben ser revisados, al menos al inicio, en los brazos o en el regazo de sus padres. Los padres pueden acostarse en ...