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INTRODUCCIÓN

En este capítulo se revisan los elementos esenciales de la medicina de urgencias necesarios para que el personal de salud del servicio de urgencias explore los ojos, mida la presión intraocular (IOP, intraocular pressure) y sepa emplear la lámpara de hendidura. El material de este capítulo se ocupa del diagnóstico y el tratamiento de trastornos oculares frecuentes y urgencias que necesitan de la consulta con el oftalmólogo en el servicio de urgencias.

ANATOMÍA DEL OJO

La órbita es una pirámide de paredes óseas que convergen en un eje en sentido posterior. Tiene como límites o bordes en sentido superior el seno frontal; en sentido interno el seno etmoidal; en el plano inferior, el seno maxilar y, en el plano lateral, el hueso cigomático o malar (fig. 236-1). El hueso etmoides (lámina papirácea) tiene el espesor de una hoja de papel y constituye la estructura sinusal que con mayor facilidad se rompe en traumatismos no penetrantes del ojo o es afectada por sinusitis con propagación ulterior a la órbita. El contenido orbitario comprende los músculos extraoculares, la grasa retroseptal y el nervio óptico, en tanto que el globo se considera como una entidad separada.

FIGURA 236-1.

Vista anterior de los huesos de la órbita derecha. (Con autorización de Riordan-Eva P, Whitcher J: Vaughn & Asbury’s General Ophthalmology, 17th ed. New York, Lange Medical Books/McGraw-Hill, 2008.)

El límite anterior de la cavidad orbitaria es el tabique orbitario que es una capa aponeurótica que va del periostio, siguiendo el borde orbitario, hasta la aponeurosis del elevador del párpado superior y el borde de la lámina tarsal del párpado inferior. El tabique casi nunca permite la penetración de bacterias, de tal forma que limita o frena la propagación de infección de la piel de la cara hacia la órbita (fig. 236-2). Todos los nervios y los vasos del ojo penetran a través del vértice de la órbita, que también es el sitio de origen de los músculos extraoculares. El nervio óptico puede ser comprimido por el efecto de masa, que proviene de tumores, abscesos o hematomas (fig. 236-3).

FIGURA 236-2.

Corte transversal de los párpados. (Con autorización de Riordan-Eva P, Whitcher J: Vaughn & Asbury’s General Ophthalmology, 17th ed. New York, Lange Medical Books/McGraw-Hill, 2008.)

FIGURA 236-3.

Vista anterior del vértice de la órbita derecha. (Con autorización de Riordan-Eva P, Whitcher J: Vaughn & Asbury’s General Ophthalmology, 17th ed. New York, Lange Medical Books/McGraw-Hill, 2008.)

La sangre arterial que riega el ojo y la órbita llega por la arteria oftálmica, que es la primera rama mayor del segmento intracraneal de la arteria carótida ...

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