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El traumatismo abdominal representa 15 a 20% de todos los fallecimientos por traumatismo.1 Estas muertes ocurren poco después de la lesión, principalmente a consecuencia de hemorragia, aunque algunas se presentan más tarde debido a las complicaciones de la septicemia.
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Las lesiones abdominales suelen deberse a los mecanismos contusos o penetrantes o, en ocasiones, por ambos a la vez.
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TRAUMATISMO ABDOMINAL CONTUSO
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El mecanismo más frecuente del traumatismo abdominal contuso en Estados Unidos es por colisión en vehículos motorizados.1 Este tipo de lesión difusa pone en riesgo de lesión a todos los órganos abdominales. La biomecánica del traumatismo contuso del abdomen conlleva fuerzas de compresión, corte o estiramiento. El resultado tal vez sea una lesión de órganos sólidos (p. ej., hígado o bazo) o de vísceras huecas (p. ej., tubo digestivo).
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La lesión también puede deberse al movimiento de los órganos dentro del cuerpo. Algunos órganos tienen una fijación rígida, en tanto que otros son más móviles. La lesión es muy frecuente en zonas de transición entre órganos fijos inmóviles. Ejemplos de zonas de transición son las lesiones mesentéricas o del intestino delgado, principalmente en el ligamento de Treitz o en la unión de la porción distal del intestino delgado y el hemicolon derecho.
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Las caídas de gran altura producen un patrón singular de lesión. Su gravedad está determinada por la distancia, la superficie en la cual cae la víctima y si la caída es accidentada. Las lesiones intraabdominales son infrecuentes en dichas caídas. Cuando ocurren estas lesiones abdominales, la perforación de una víscera hueca es la lesión más frecuente.2 Las lesiones retroperitoneales a menudo se deben a la fuerza transmitida a través del esqueleto axial y se acompañan de hemorragia retroperitoneal grave. Los órganos sólidos intraabdominales pueden lesionarse cuando los pacientes caen sobre la fosa renal.
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Los peatones golpeados por vehículos motorizados están completamente desprotegidos y toda la fuerza es aplicada de manera directa al cuerpo de la víctima. Los motociclistas y los ciclistas por lo general están protegidos sólo por un casco.
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TRAUMATISMO ABDOMINAL PENETRANTE
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Las heridas penetrantes lesionan directamente el tejido a medida que el filo cortante pasa a través del cuerpo. En la exploración externa de la herida se puede subestimar el daño interno y no es posible definir así la trayectoria. Hay que suponer que toda herida penetrante en la porción baja del tórax, la pelvis, la fosa renal o el dorso produce lesión abdominal hasta demostrar lo contrario.
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Las heridas por bala producen lesiones de diversas formas. Las balas llegan a lesionar directamente los órganos, por misiles secundarios tales como fragmentos de hueso o de bala, o por la energía transmitida por la bala (efecto de estallido). Las balas que se rompen y se fragmentan una ...