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INTRODUCCIÓN

En este capítulo se describen los trastornos frecuentes del pie que se pueden atender en el servicio de urgencias. En general, a los pacientes con problemas crónicos o complicados del pie se les debe referir con un dermatólogo, ortopedista, cirujano general o podiatra, lo que depende de la enfermedad y de los recursos locales. En el capítulo 247, Trastornos de las manos, pies y extremidades, se describe la tiña del pie, las úlceras del pie y la onicomicosis. En el capítulo 50, Heridas por punción y mordeduras, se describen las heridas por punción del pie. En el capítulo 219, Diabetes mellitus tipo 2, se describen también las úlceras del pie y la osteomielitis.

CUERNOS Y CALLOS

La presión o la irritación produce lesiones hiperqueratósicas focales de la piel del pie. La causa de estas lesiones puede ser externa (calzado mal ajustado) o interna (juanete). A estas zonas de acumulación epidérmica se les llama callos. Los callos son protectores y no deben tratarse si no son dolorosos. Los callos crecen hacia fuera, pero pronto son desplazados hacia dentro por la presión continua y se convierten en cuernos. Los cuernos también aparecen en zonas de cicatrización y entre los dedos. Los cuernos se clasifican como duros o blandos. Los cuernos duros se observan sobre las protuberancias óseas donde la piel está seca. Los cuernos blandos se observan entre los dedos del pie donde la piel es húmeda. Los cuernos pueden ser dolorosos o indoloros, pero la presión sobre los mismos suele ocasionar dolor. Los cuernos interrumpen las líneas dérmicas normales y, por tanto, pueden diferenciarse de los callos, los cuales no interrumpen las líneas dérmicas normales. Los cuernos duros se parecen a las verrugas. Sin embargo, cuando las verrugas se recortan, sangran, y los cuernos no sangran. Los cuernos blandos se parecen a la tiña y es importante identificar la tiña para dar un tratamiento apropiado (cap. 247, Trastornos de las manos, pies y extremidades).1,2

Las lesiones queratósicas pueden ser una indicación de una enfermedad subyacente más grave, una deformidad, un trastorno local del pie o un problema mecánico. El diagnóstico diferencial de las lesiones queratósicas comprende sífilis, soriasis, intoxicación por arsénico, rosácea, liquen plano, síndrome del nevo de células basales y, pocas veces, neoplasias malignas.2

TRATAMIENTO DE LOS CUERNOS

El tratamiento de los cuernos sintomáticos consiste en aplicar anestesia local, recortar con una hoja de bisturí núm. 15 y eliminar el tapón de queratina central. Este procedimiento puede aliviar casi por completo el dolor.3 La recidiva puede evitarse mediante el recorte suave semanal con una piedra pómez o con una lima de uñas después de empapar la lesión en agua tibia durante 10 min. Si se coloca una almohadilla sobre la lesión o alrededor de la misma para aliviar la presión y ...

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