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Los fármacos psicotrópicos se prescriben para pacientes con enfermedades mentales como esquizofrenia, trastorno afectivo bipolar, depresión y ansiedad; a menudo también se prescriben para dolor, demencia, trastornos del sueño y problemas conductuales. Los médicos de urgencias deben estar conscientes de las aplicaciones potenciales de estos fármacos en el servicio de urgencias, así como de los efectos secundarios comunes, reacciones adversas e interacciones farmacológicas relacionadas con el uso a largo plazo. Los antipsicóticos, ansiolíticos, antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo comprenden los principales subgrupos con una clase genérica de fármacos psicotrópicos. Los antipsicóticos y ansiolíticos se utilizan más a menudo en situaciones agudas, mientras que es más probable que los antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo se utilizan para el tratamiento farmacológico de pacientes ambulatorios del servicio de urgencias.
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TRANQUILIZACIÓN RÁPIDA
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El tratamiento del paciente agitado en el servicio de urgencias es complejo. El médico debe considerar la seguridad del paciente agitado, de otros pacientes del servicio de urgencias, visitantes y personal de salud al tiempo que debe valorar y tratar con rapidez las enfermedades que podrían poner en riesgo la vida de individuos agitados. La agitación no diferenciada aguda puede ser causada por enfermedades psiquiátricas, toxicológicas y orgánicas. Es fundamental controlar la agitación con rapidez y con seguridad a fin de permitir una valoración adicional del paciente. Esto debe realizarse en forma no punitiva, con respeto y apegado al plan terapéutico en el servicio de urgencias.
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Puede administrarse con facilidad un sedante ideal para tranquilización rápida, tener un inicio de acción rápido y ser bien tolerado con un buen perfil de efectos secundarios y sin tener propiedades adictivas. Las opciones actuales para la sedación incluyen los antipsicóticos y los ansiolíticos. Los antipsicóticos tradicionales y los atípicos son eficaces.1-3 Varios antipsicóticos atípicos, novedosos, se encuentran disponibles en preparaciones orales de disolución rápida que pueden producir tranquilización rápida con tanta eficacia como las preparaciones parenterales.4,5 Se prefiere la vía de administración IM porque favorece la seguridad del paciente y del proveedor de servicios de salud pese a retrasos menores en el inicio de acción. Cuando la agitación es moderada, se consideran las preparaciones orales de disolución rápida o las preparaciones IV. La mayor parte de los ansiolíticos que se utilizan para sedación son benzodiazepinas; éstas son más seguras que los barbitúricos, pero puede incrementarse el riesgo de depresión respiratoria en pacientes con ingestión simultánea de depresores como alcohol o en aquellos con insuficiencia hepática pulmonar. También podría considerarse el uso de haloperidol o cetamina para pacientes agitados con delirio.6 En la figura 285-1 se presenta un algoritmo sugerido para el tratamiento de la agitación aguda indiferenciada. Con base en las precauciones publicadas por la U.S. Food and Drug Administration (FDA) (el texto en negritas que resalta los posibles efectos adversos graves o que restringe su uso con seguridad), no se recomienda la administración ...