++
La violencia contra la pareja íntima se define como un patrón de conductas agresivas y enérgicas que puede incluir daño físico infligido, abuso psicológico, agresión sexual, aislamiento social progresivo, acoso, privación, intimidación y amenazas.
++
Este comportamiento es característico de alguien que se encuentra, estuvo o desea estar involucrado en una relación íntima con un adulto o adolescente y su finalidad es controlar a su pareja.1
++
El término violencia y abuso de la pareja íntima se prefiere a otros como abuso conyugal, esposa maltratada y violencia doméstica. Este término nuevo refleja con mayor precisión el hecho de que este tipo de abuso no sólo ocurre en matrimonios entre adultos heterosexuales, sino también en relaciones entre individuos que viven juntos o se encuentran separados, homosexuales y lesbianas, bisexuales y transexuales, así como entre adolescentes.
++
Este tipo de violencia y abuso tiene lugar en todos los grupos raciales, étnicos, culturales, geográficos y religiosos, así como en todos los estratos socioeconómicos y niveles de educación. Aunque existen casos de hombres sometidos a este tipo de violencia, la gran mayoría de las víctimas es el sexo femenino.2-4
++
Sus efectos se extienden más allá de la persona agraviada. Las demás personas afectadas comprenden a miembros de la familia, amigos, colaboradores, otros testigos y la comunidad en general.5 Los niños que crecen en hogares violentos muchas veces también son sometidos a abuso físico o emocional o son abandonados y el hecho de atestiguar la violencia tiene consecuencias adversas para la salud tanto a corto como a largo plazos.5,6 En 30 a 60% de las familias en las que se identifica maltrato infantil o abuso conyugal es probable que existan ambos tipos de agravio.7
++
Las víctimas de violencia y abuso acuden a las instituciones sanitarias con una frecuencia dos veces mayor que a la policía.10,11 Los médicos deben interrogar sobre antecedentes de violencia contra la pareja íntima durante todas estas consultas. Si el personal del servicio médico no reconoce e interviene en las situaciones de violencia contra la pareja íntima puede haber consecuencias graves para la víctima y sus familiares. Estas consecuencias incluyen violencia continua, problemas sanitarios físicos y psicológicos, lesiones o incluso la muerte.12-16 Las víctimas desean privacidad y que su médico sea imparcial, perceptivo y directo. Esperan que su doctor comprenda la complejidad de la violencia de pareja y la dificultad para lograr una “solución rápida”. Los individuos aprecian que se les diga que sus experiencias de violencia y abuso son inaceptables e inmerecidas (que se les confirme que no es su culpa). También valoran un encuentro sin presiones y un médico que respete sus decisiones y trabaje con ellos para establecer las acciones a seguir más adecuadas.12 Algunos de los factores de riesgo de violencia y abuso de la pareja íntima son sexo femenino, edad ...