16a Dermatitis perioral (periorificial)
Erupción inflamatoria unilateral o simétrica que puede aparecer en el sitio de aplicación del medicamento o en otro (fig. 16-6); afecta regiones seborreicas, surcos nasolabiales y el mentón; en la región perioral respeta una pequeña zona inmediata al borde de los labios, a veces la frente y las mejillas. Está constituida por pápulas eritematosas o perladas; puede haber descamación fina, pústulas, vesículas y telangiectasias.
En niños y mujeres jóvenes hay notoria afección perinasal y periocular. Puede afectar cuello, tronco y región perivulvar, rara vez se relaciona con blefaritis o conjuntivitis. Se han descrito lesiones infiltradas y una variedad granulomatosa con lesiones nodulares pequeñas (fig. 16-7). Esta última también se denomina dermatitis periorificial granulomatosa de la infancia o erupción afrocaribeña de la infancia (fig. 16-8); presenta lesiones monomorfas no inflamatorias, y en la biopsia hay granulomas epitelioides perifoliculares o parafoliculares, y no muestra respuesta al tratamiento.
16b Dermatitis rosaceiforme Origina lesiones en el dorso de la nariz y las mejillas, predominan el eritema y las telangiectasias (fig. 16-6); se agrava con la exposición a la luz solar. Estos cuadros también se han denominado rubeosis esteroidea, y es probable que sean sólo variantes de la dermatitis perioral. Quizá este cuadro sea originado y/o exacerbado por la presencia del ácaro Demodex (folliculorum o brevis).
16c Acné con corticoestropeo A las lesiones propias del acné se agregan eritema intenso y muchas pústulas (fig. 2-4). Antes que al acné, el tratamiento local inicial debe dirigirse a la corticodermia, para evitar molestias con los antiseborreicos. Al desaparecer el estropeo, la terapéutica es la propia de un cuadro de acné.
16d Dermatitis atópica con corticoestropeo Se caracteriza por diseminación de las lesiones hacia sitios habitualmente respetados; incluso puede haber eritrodermia (fig. 16-4); el prurito es intenso; no existe tendencia a la remisión y el tratamiento es difícil.
16e Tiña inguinal con corticoestropeo También denominada tiña incógnita. Se observa mayor diseminación de las lesiones, con pérdida del borde característico; puede haber lesiones satélite, y afección del pliegue inguinal, escroto y pene. En muchos pacientes hay estrías, foliculitis (fig. 16-3) y en la mayoría, además, candidosis. Estos casos dan estudios micológicos exuberantes: gran cantidad de filamentos en el examen directo, y aislamiento frecuente de Trichophyton rubrum y Candida albicans.
16f Dermatitis por contacto con glucocorticoides Es rara y por lo general moderada (0.2 a 6%). Hay mejoría inicial de la inflamación, y luego empeoramiento. Con alguna frecuencia el cuadro es confuso, debido a que no mejora ni empeora; la reacción alérgica puede ser al esteroide o a los componentes de la formulación: preservativos (parabenos), vehículo (lanolina), antibacterianos y perfumes. Las pruebas de hipersensibilidad se pueden realizar con pivalato de tixocortol para hidrocortisona y sus derivados, y budesonida para triamcinolona y sus derivados. Si se obtiene positividad con alguna de estas dos sustancias, es preciso realizar la batería completa de corticoides. Es recomendable realizar lecturas retardadas de las pruebas epicutáneas (siete días).
16g Síndrome de enrojecimiento genital corticodependiente, síndrome de escroto rojo o adicto Es un síndrome de afección cutánea escrotal o vulvar, o ambas. Predomina en varones con afección de escroto, y en mujeres afecta la vulva y el introito, con eritema persistente y descamación con ardor, hiperestesia y prurito intensos. Se acompaña de ansiedad y desesperación por la ausencia de mejoría. Empeora con ejercicio físico, actividad sexual, calor o fricción. No debe confundirse con las dinias (cap. 50).
Acné (fig. 2-1), rosácea (fig. 3-1), dermatitis seborreica (fig. 8-7), tubercúlides de la cara (fig. 83-13), eritrodermias (fig. 15-1), sarcoidosis (fig. 83-18), lupus miliar diseminado de la cara (fig. 83-17) y foliculitis por Malassezia (fig. 8-8).