++
Primero se deben atender las complicaciones, si se presentan. La terapéutica debe ser familiar, con lavado diario de la ropa personal y de cama que pueden actuar como fómites. Se ha documentado la transmisión indirecta; sin embargo, es controversial el tratamiento de los contactos cercanos sin manifestaciones clínicas o de la pareja sexual sin examinar y en forma profiláctica. La aplicación de un insecticida en el cuarto y la cama por 2 o 3 días es recomendable, pero no indispensable.
++
Se ha retirado del mercado el hexacloruro de gamma-benceno (lindano) al 1% (debido a que se absorbe en 10% y puede ser tóxico en lactantes, embarazadas o pacientes con crisis convulsivas). Otra opción era el monosulfato de tetraetiltiuram al 25% en solución alcohólica (producía “efecto Antabuse” [eritema, edema y taquicardia]). También se ha abandonado en sarna costrosa el tiabendazol y la butazolidina.
++
Está disponible el benzoato de bencilo al 20% en cualquier preparación comercial o en aceite de almendras dulces, o el crotamitón al 10% en crema. El método para aplicar cualesquiera de estos fármacos es el siguiente: se frota durante 10 min, se deja toda la noche, y se elimina al día siguiente mediante baño; se aplica en todo el cuerpo desde el cuello, en especial en las manos y regiones intertriginosas y bajo las uñas; la aplicación se repite 3 a 5 días; es necesario evitar el tratamiento excesivo. En lactantes, embarazadas o pacientes con trastornos neurológicos da buen resultado la aplicación de un frote escabicida (manteca benzoada, 120 g, azufre precipitado, 10 a 20 g, y benzoato de bencilo, 10 g), que se frota durante 20 min, del cuello hacia abajo, se deja media hora y luego se lava con agua y jabón; también puede usarse azufre precipitado al 6% en vaselina tres noches consecutivas, con el inconveniente del mal olor, y pigmentación de la ropa (Apéndice 1). También se emplean las piretrinas, como permetrina o decametrina al 5% en solución en una sola aplicación en personas de cualquier edad; en niños se utilizan a partir de los dos meses de edad; estos productos son neurotóxicos para los parásitos; son categoría B para embarazadas. Recientemente se ha observado que si al terminar el tratamiento con el escabicida seleccionado se aplica crotamitón otros tres días, el prurito disminuye con mayor rapidez (se deprime la respuesta de los mastocitos y se eliminan restos de parásitos). Asimismo, es muy eficaz la ivermectina por vía oral, 200 µg/kg en una sola dosis (dos tabletas de 6 mg en adultos); casi siempre hay que repetir la dosis a los siete días; no se recomienda en menores de dos años de edad, pacientes con daño hepático, embarazadas o en mujeres que amamantan. Ya se ha documentado resistencia a este medicamento. Se pueden combinar permetrina por vía tópica e ivermectina por vía oral en una sola administración; dan mejor resultado.
++
En niños y adultos se ha probado la ivermectina por vía tópica al 1% (400 µg/kg por dosis), que se presenta en solución de propilenglicol; no está disponible en muchos países. En general, los tratamientos no deben repetirse antes de un mes, pues el prurito puede durar este tiempo después de terapéutica adecuada; durante los días de tratamiento o al finalizar las aplicaciones, se recomienda aplicar cold cream o linimento oleocalcáreo. Rara vez se requiere un antihistamínico por vía oral o un glucocorticoide por vía tópica (véase cap. 169). En lesiones nodulares pueden ser necesarios los glucocorticoides por vía tópica o intralesional (véase cap. 169), o el alquitrán de hulla al 5%, o tacrolimus o pimecrolimus en crema. La sarna transmitida por animales cura sola al evitar el contacto con animales de compañía.
++
En la sarna noruega se recomiendan los mismos tratamientos de manera secuencial. La ivermectina se utiliza a razón de 200 µg/kg en dosis única; por lo general es necesario repetirla en una semana.
++
En el pasado, lo poco práctico de los tratamientos tópicos y lo incómodos que resultaban ser, propiciaban que los pacientes no cumplieran con las indicaciones a cabalidad, pero ahora el tratamiento oral es un paradigma que tal vez pueda ayudar en la erradicación de esta milenaria enfermedad.