El nevo puede ser adquirido o hereditario. Se ha detectado su aparición después de una exposición intensa al sol, en especial quemadura solar. Se ha relacionado con vitiligo, alopecia areata, tiroiditis de Hashimoto, enfermedad celiaca y dermatitis atópica. Se desconoce el origen de la involución espontánea, pero parece deberse a un mecanismo inmunitario celular y humoral, lo cual se ha sustentado por la presencia de infiltrados linfocíticos de células T (citotóxicas-supresoras), depósitos de IgM, y aumento de células de Langerhans epidérmicas. El nevo no muestra involución en ausencia de infiltrado inflamatorio. Ha mostrado vínculo con melanoma.
Se ha señalado producción de autoanticuerpos contra melanocitos en pacientes con nevo de Sutton, vitiligo y melanoma, por lo que se cree que la destrucción de melanocitos depende de mecanismos autoinmunitarios; esta interacción inmunitaria puede ser la causa de eccema perinévico (dermatitis en halo).