Afecta de manera preferente los pelos de las axilas (92%), en ocasiones los de genitales y, rara vez, cabellos; alrededor del pelo se forma una vaina o manguito blando, blanquecino e irregular; a veces adopta aspecto nodular. Puede ser amarillenta (98%), roja o café (marrón) negruzca, lo que da lugar a las variedades flava, rubra y nigra, respectivamente (fig. 136-1). No deteriora el folículo. No se observan síntomas, hay hiperhidrosis (87%) y el sudor puede cambiar de color (bromhidrosis o cromhidrosis). La evolución es crónica, con recidivas frecuentes; se acompaña de mal olor y ocasiona decoloración de la ropa; los pelos pierden su brillo y son más frágiles. Puede presentarse junto con otras corinebacteriosis.