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INTRODUCCIÓN

Las enfermedades infecciosas permanecen como una de las principales causas de muerte en países desarrollados o en vías de desarrollo. Las infecciones dan por resultado morbilidad y mortalidad importantes, sobre todo en los muy jóvenes, los ancianos, los enfermos con alteraciones inmunitarias, y los desposeídos, los cuales son más vulnerables a padecer enfermedades.

La patogenia de las enfermedades infecciosas depende de la relación entre el huésped humano, el agente infeccioso y el ambiente externo. En la figura 4-1 se representa un paradigma de huésped-agente-ambiente para el estudio de enfermedades infecciosas. El agente infeccioso puede ser exógeno (es decir, que en circunstancias normales no se encuentra sobre el cuerpo o dentro del mismo) o endógeno (esto es, que se puede cultivar de modo sistemático a partir de un sitio anatómico particular, pero que en circunstancias normales no origina enfermedad en el huésped). La infección se produce cuando un agente exógeno se introduce en un huésped desde el ambiente, o cuando un agente endógeno supera la inmunidad innata del huésped y causa enfermedad. La susceptibilidad del huésped es de suma importancia en estas dos situaciones.

FIGURA 4-1

Las relaciones fundamentales involucradas en el modelo de interacción huésped-agente-ambiente. En el huésped, los mecanismos patogénicos se extienden desde el ámbito de poblaciones (p. ej., transmisión de persona a persona) hasta el ámbito de procesos celulares y moleculares (p. ej., susceptibilidad genética).

El ambiente incluye vectores (como insectos y otros portadores que transmiten agentes infecciosos) y huéspedes o reservorios zoonóticos (animales que albergan agentes infecciosos y que suelen actuar para amplificarlos). Por ejemplo, el ratón de patas blancas (Peromyscus leucopus) sirve como un reservorio animal para Borrelia burgdorferi, la bacteria que suscita la enfermedad de Lyme. La garrapata Ixodes sirve como un insecto vector. La infección en el ratón es asintomática y las bacterias por lo general se multiplican en grandes cantidades en este animal. Cuando las larvas de garrapata se alimentan de un ratón infectado, quedan infectadas de manera secundaria por B. burgdorferi y esta infección persiste cuando la garrapata muda hacia una ninfa. Después, cuando una ninfa infectada se alimenta de un ser humano, la bacteria se transmite hacia el torrente sanguíneo del huésped y produce la enfermedad.

El estudio de enfermedades infecciosas requiere entendimiento de la patogenia en el ámbito de la población, el individuo, la célula y el gen. Por ejemplo, en el de la población, la propagación de tuberculosis en la comunidad muestra vínculo con las interacciones sociales de un huésped humano infeccioso. Se presentan brotes de tuberculosis en refugios para indigentes, cárceles y hospicios; esto sucede si un caso tiene contacto estrecho con gente susceptible. En el ámbito del individuo, la tuberculosis sobreviene por inhalación de gotitas que están en el ambiente, las cuales contienen bacilos tuberculosos transportados por el aire. En el ámbito ...

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