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INTRODUCCIÓN

Las enfermedades inflamatorias reumáticas forman un grupo de trastornos muy variables en su expresión fenotípica. No obstante, tienen en común la presencia de inflamación localizada, sistémica, o ambas, que provoca daños característicos en el tejido conjuntivo y órganos internos. Entre estas enfermedades, las características clínicas y patológicas específicas de cada trastorno reflejan los estímulos iniciadores y propagadores que determinan los tejidos específicos afectados y los mecanismos efectores inflamatorios que predominan.

Aunque hay una amplia variedad de enfermedades reumáticas inflamatorias, algunos principios generales brindan un marco de referencia para realizar un análisis sobre su fisiopatología. Uno de los más importantes es el cinético, que se centra sobre el inicio, propagación y brote de la inflamación, además, es útil para considerar tanto las enfermedades agudas como las crónicas. Comprender los estímulos y mecanismos responsables de estas fases en las diferentes enfermedades permite alcanzar una comprensión más profunda de estos fascinantes y complejos síndromes.

SINOPSIS DE ENFERMEDADES REUMÁTICAS INFLAMATORIAS

ENFERMEDADES AGUDAS

La causa desencadenante de las enfermedades agudas (p. ej., gota, vasculitis por complejos inmunitarios) a menudo es exógena y claramente reconocible (como los depósitos cristalinos, nuevos medicamentos, bacterial sistémica o por infección viral). La enfermedad es autolimitada debido al éxito de la respuesta inflamatoria para eliminar el estímulo dañino (p. ej., cristales en la gota; antígeno bacterial o fármaco en la vasculitis por complejos inmunitarios; figura 24-1). A pesar de la resolución del episodio agudo, pueden ocurrir brotes por reexposición al estímulo iniciador.

FIGURA 24–1

Cinética de las enfermedades reumáticas inflamatorias agudas y crónicas.

ENFERMEDADES CRÓNICAS

La causa de las enfermedades crónicas (p. ej., lupus eritematoso sistémico [SLE], artritis reumatoide) con frecuencia es remota y no es reconocible una vez que se ha establecido por completo el fenotipo único de la enfermedad y que el diagnóstico está claro. Por lo general, la propagación de la enfermedad ocurre como resultado de una respuesta autoinmunitaria que induce un ciclo de daño que se va amplificando por sí mismo. Las condiciones que conducen al inicio de las enfermedades autoinmunitarias crónicas ocurren de manera poco común, pero una vez establecida la enfermedad, los brotes son frecuentes. Quizá esta circunstancia refleje la capacidad del sistema inmunitario para “recordar” los antígenos enfrentados con anterioridad y para responder a ellos con mayor vigor cuando los enfrenta de nuevo, incluso a concentraciones más bajas (figura 24-1).

En diversas enfermedades se afectan diferentes tejidos (p. ej., articulaciones sinoviales específicas en la gota y artritis reumatoide; piel, articulaciones, superficies serosas, sistema nervioso y líneas de células sanguíneas en el SLE).

PATOGENIA DE LA INFLAMACIÓN

La naturaleza del daño tisular y de la lesión a las articulaciones está determinada en parte por ...

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