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Introducción

El parto con instrumentos ha presentado varias modificaciones a lo largo de su historia ya que el parto por cesárea lo desplazó. En muchas situaciones no se encuentran las condiciones necesarias para poder realizar este procedimiento y es por eso que el parto instrumentado aún ocupa un espacio importante en la obstetricia moderna.

Desafortunadamente, hasta el momento no existe el instrumento perfecto que auxilie al obstetra en las distocias, pero el vacuum representa una herramienta disponible en el arsenal del obstetra que es una alternativa al fórceps o las espátulas y que tiene menos efectos adversos para la madre.

Definición

La palabra vacuum es un anglicismo que alude a aspirador o succionador, aunque un término más preciso para definir su función sería “extractor”, pero debido a lo generalizado del término y a que la palabra extractor es poco precisa, se sigue prefiriendo emplear “vacuum”.

Breve historia del vacuum

El primer reporte del uso de un instrumento obstétrico que tenía el mismo principio que el vacuum actual corresponde a James Simpson, en 1849, en Edimburgo, Escocia. El instrumento consistía en un pistón que tenía un extremo recubierto de piel, el cual se pegaba a la cabeza del feto y servía de tracción. Sin embargo, el tractor de aspiración de Simpson era inefectivo en esa época si se lo comparaba con el fórceps y tuvieron que transcurrir más de 100 años para que se desarrollaran nuevos instrumentos.

En Suecia, en 1954, Tage Malmström diseñó un instrumento que consistía en un hemisferio hueco con los márgenes invertidos y servía para llenarse del caput sucedaneum que se forma y así continuarse con un maneral y una bomba de mano. El instrumento resultó ser efectivo según su autor, que lo aplicó en una serie de 48 pacientes. El diseño de este autor sirvió como patrón para todos los instrumentos fabricados en la actualidad.

Kobayashi, en 1973, inventó la primera copa blanda, y en esa misma década Bird modificó el sistema de tracción y aspiración, y también inventó una copa para variedades posteriores. Finalmente, O’Neil mejoró el sistema de tracción mediante un nylon alrededor de la copa que permite una mejor tracción y control.

Partes del vacuum

El vacuum se encuentra compuesto básicamente por una copa que se amolda a la cabeza fetal, así como por el sistema que realiza el vacío necesario para producir la presión negativa y finalmente por un sistema de tracción. En la figura 18-1 se esquematizan las partes más representativas del vacuum.

Figura 18-1.

Esquema representativo de un vacuum. La letra “a” señala la copa, la letra “b” esquematiza el sistema de tracción con el sistema de conducción de vacío y finalmente la letra “c” representa el maneral para traccionar.

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