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Introducción

Uno de los más grandes avances de la medicina en el campo de la operatoria se dio sin duda en el campo de la anestesia y la analgesia. El objetivo principal de este capítulo no es interferir con el área del anestesiólogo, pero sí proporcionar al obstetra un conocimiento general sobre los medicamentos contra el dolor que pueden emplearse en los procedimientos quirúrgicos.

Historia de la analgesia-anestesia en obstetricia

Debido a la naturaleza de la analgesia, son numerosas las culturas que recurrieron al uso de hierbas, brebajes y sobre todo destilados alcohólicos como método analgésico. Estos últimos parecen haber sido un común denominador de varias civilizaciones, como en África, donde algunas tribus siguen usando en la actualidad el licor de plátano o de coco como analgesia durante procedimientos como la reducción de fracturas y en obstetricia. En el caso de la herbolaria y sobre todo de los narcóticos, derivaron del conocimiento de los sumerios sobre la amapola, la cual se caracterizaba como planta de la felicidad (bull, gozo; gill, planta) por sus propiedades sedantes, analgésicas y euforizantes. Los egipcios la usaron para el dolor del trabajo de parto de las esposas de los faraones, y los árabes la llevaron al lejano oriente y a China, donde la usaron para la disentería. Paracelso hizo referencia al jugo de la amapola, de donde seguramente otros autores se basaron para usarla.

Fue el 19 de enero de 1847 cuando James Young Simpsom empleó éter en un parto y nació por fin la era de la analgesia obstétrica. Sin embargo, el margen de seguridad de este compuesto volátil no garantizaba del todo un buen resultado perinatal, en especial para el feto, pero poco tiempo después, en 1853, John Snow empleó el cloroformo durante el nacimiento del príncipe Leopold, hijo de la reina Victoria, en respuesta a un pedido “especial”, lo que le mereció una severa crítica por parte de la revista Lancet. Pese a ello, los rumores acerca de la anestesia se divulgaron con rapidez y las pacientes no dejaban de reclamar algún método de analgesia durante el trabajo del parto. Durante ese mismo año se idearon las primeras jeringas de cristal y metal que permitieron la administración de nuevos fármacos, en este caso la morfina y la codeína sintetizadas 50 años antes (en 1803), cuando Friedrich Wilhelm Serturner aisló estos alcaloides y a uno de ellos le dio el nombre de morfina en honor al dios griego Morfeo. Estos opioides se mezclaban con escopolamina (anticolinérgico) y favorecían la amnesia y la analgesia, pero con riesgo importante de depresión respiratoria materna y neonatal. A este tipo de analgesia se le conoció como el sueño del crepúsculo o “twilight sleep”.

Debido a que no existió un sistema de valoración neonatal para la depresión hasta que Virginia Apgar ideó su propio sistema de puntuación, los resultados no ...

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