++
La reparación de laceraciones (mal denominadas desgarros) obstétricas es tal vez uno de los procedimientos obstétricos más practicados en el mundo. A pesar de esta situación, existen pocos estudios con suficiente peso en medicina basada en evidencias para recomendar una técnica sobre la otra o bien una clasificación sobre otra.
++
En capítulos previos se desarrolla el tema de la reparación de episiotomías, en tanto que el propósito de éste es describir la reparación de otras lesiones y laceraciones.
+++
Consideraciones iniciales
++
El éxito quirúrgico de una reparación de laceraciones obstétricas y del grupo esfinteriano consiste en restaurar por completo la función del piso pélvico (continencia fecal y de flatos incluida en este rubro), y de forma secundaria la anatomía.
++
Es importante precisar que muchas de las laceraciones obstétricas que a largo plazo provocan problemas con la continencia urinaria o fecal, así como con la relajación de los órganos pélvicos, tiene una base neurológica importante, y que estudios de electrofisiología del piso pélvico han demostrado que la mayor parte de las lesiones neurológicas requieren en promedio de uno a siete años para observar una mejoría significativa. Si existen otros factores aditivos, como otros nacimientos por vía vaginal o el uso de fórceps, deterioran aún más la salud del piso pélvico y los resultados de las intervenciones practicadas, independientemente de la calidad de la reparación de la laceración encontrada. Es importante que las pacientes reciban esta información y pronóstico antes de cualquier intervención reparadora.
++
Existen diversas clasificaciones de las laceraciones obstétricas, y mientras unas se enfocan exclusivamente en la topografía, otras sólo se refieren a la región perineal.
++
De acuerdo con la región topográfica, se clasifican en lesiones o laceraciones vaginales, perineales, periuretrales, cervicales y sulcales.
++
La clasificación enfocada a la región perineal es la siguiente:
++
Primer grado: involucra piel y mucosa solamente.
Segundo grado: involucra piel, mucosa, cuerpo perineal o músculos del cuerpo perineal, pero no el esfínter anal.
Tercer grado: involucra las fibras del esfínter anal externo o interno.
Cuarto grado: involucra la mucosa rectal.
++
Abdul Sultan, en 1999, en Reino Unido, propuso subclasificar las laceraciones de tercer grado con base en los mecanismos de continencia fecal (grupo muscular, unión rectosigmoidea, distensión rectal).
++
Los músculos involucrados en la continencia fecal son la rama puborrectal de músculo elevador del ano, en tanto que el grupo esfinteriano consiste en los esfínteres anal interno (EAI) y externo (EAE). El EAI está inervado por el sistema autónomo y determina dos terceras partes del tono rectal en reposo, mientras que el EAE recibe inervación de la rama hemorroidaria del nervio pudendo (somático) y determina una tercera parte del tono rectal en reposo. Con todo, el papel del EAE es de suma trascendencia ya que su mayor actividad se verifica ...