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Después de revisar este capítulo, el lector será capaz de:
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Describir los tipos de memoria.
Identificar las partes del cerebro que intervienen en el procesamiento y almacenamiento de la memoria.
Definir: plasticidad sináptica, potenciación a largo plazo (LTP), depresión a largo plazo (LTD), habituación y sensibilización, y sus funciones en el aprendizaje y la memoria.
Describir las anomalías de la estructura y la función del cerebro, observadas en la enfermedad de Alzheimer.
Definir los términos: hemisferio categórico y representacional, así como resumir las diferencias entre ambas estructuras.
Señalar las diferencias entre afasia fluida y no fluida, y explicar cada tipo con base en su fisiopatología.
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El desarrollo y la amplia disponibilidad de técnicas, como tomografía por emisión de positrones (PET); imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI), tomografía computarizada (CT) y otras más han revolucionado los conocimientos de la función cerebral de los seres humanos. La tomografía por emisión de positrones suele utilizarse para medir el metabolismo local de la glucosa, que es proporcional a la actividad nerviosa, y las imágenes por resonancia magnética funcional son útiles para medir las cantidades de sangre oxigenada presentes en un punto particular. Dichas técnicas permiten conocer el nivel de actividad de diversas zonas cerebrales en personas sanas y totalmente intactas, y en aquellas con enfermedades o lesiones cerebrales diversas (recuadro clínico 15-1). Se han utilizado para estudiar no solo las respuestas simples sino también aspectos complejos de funciones como aprendizaje, memoria y percepción. Cuando la persona escucha, mira, habla y genera o emite palabras se activan zonas distintas de la corteza. En la figura 15-1 se muestran ejemplos del uso de métodos imagenológicos para comparar las funciones de la corteza cerebral cuando un varón busca generar palabras en comparación con lo que hace una mujer.
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Otras técnicas gracias a las cuales se han obtenido datos de la función cortical comprenden estimulación de la corteza cerebral “expuesta” en personas despiertas sujetas a técnicas neuroquirúrgicas y, en algunos casos, a investigaciones con electrodos implantados por largo tiempo. También se ha obtenido información útil de estudios de laboratorio en primates. Sin embargo, además de las dificultades de comunicación entre las especies, el cerebro de un mono rhesus tiene solo la cuarta parte del tamaño del cerebro del chimpancé, el primate más cercano filológicamente al ser humano, y el cerebro de este último animal, a su vez, solo tiene la ...