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La biopsia hepática es utilizada con frecuencia como herramienta complementaria en la evaluación diagnóstica de la lesión hepática inducida por fármacos (DILI, del inglés drug-induced liver injury) y hierbas. Alrededor de 10% de los pacientes que presentan una anormalidad en los valores de las enzimas hepáticas serán portadores de un cuadro de hepatotoxicidad y su incidencia alcanza 40% en personas por encima de 50 años de edad.1
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Una de las principales utilidades de la biopsia hepática es brindar una respuesta diagnóstica confirmatoria, sobre todo cuando el clínico enfrenta un cuadro complejo que incluye a la hepatotoxicidad entre los diagnósticos diferenciales.
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También puede ser utilizada para estadificar la severidad de la lesión hepática y, de acuerdo con los elementos encontrados por el patólogo en su evaluación, informar al clínico si el paciente puede continuar el tratamiento con el fármaco implicado en el daño.2 En forma alternativa, un compuesto farmacológico puede ser implicado luego de la biopsia hepática, particularmente cuando se trata de lesión hepatocelular subaguda o crónica. En estos casos, el hallazgo histológico de autoinmunidad puede hacer que el médico dirija la atención a determinados agentes responsables.
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El patólogo es una pieza clave y debe trabajar en forma muy cercana al clínico, primero clasificando la enfermedad y luego ayudando a excluir otras etiologías de lesión hepática no asociadas a fármacos. El diagnóstico de hepatitis tóxica debe ser considerado siempre en aquellos pacientes portadores de una hepatitis aguda que no presenta marcadores serológicos para hepatitis virales ni hepatitis autoinmune. El informe anatomopatológico de la biopsia hepática debe detallar con claridad si fueron encontrados elementos orientadores de daño por fármacos. Existen diferentes tipos de lesiones que orientan al diagnóstico de DILI (cuadro 14-1).
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El objetivo de este capítulo es presentar un enfoque práctico sobre la utilidad diagnóstica de la biopsia hepática en la hepatotoxicidad y describir los diferentes patrones de daño hepático que pueden ser observados habitualmente en la DILI y hierbas. También se hace hincapié sobre las características histológicas pronósticas que se desprenden de la lectura de la biopsia hepática y en qué medida tales hallazgos sirven para reforzar la indicación del método en la práctica clínica.
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Por último, se considera en forma detallada cuáles son en la actualidad las indicaciones de la biopsia hepática en cada uno de los patrones de lesión tóxica y cuál es su utilidad en la evaluación pretratamiento y monitoreo ...