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Introducción

El diagnóstico de las lesiones faciales puede constituir un verdadero desafío. La dermatoscopia es un instrumento útil para evaluar las lesiones en el rostro. Hay dos patrones distintos que se encuentran de manera usual en las lesiones de la piel de la cara: anular (también conocido como seudorreticular) y reticular (también conocido como impresión digital). Ambos patrones pueden observarse en lesiones planas.

El patrón anular o seudorreticular no representa una verdadera red de pigmento y se genera cuando las aberturas foliculares y anexiales carentes de pigmento se intercalan en el seno de una lesión pigmentada. Al examen histológico, la epidermis es plana o está ausente de redes de cresta. A la observación dermatoscópica, se caracteriza por pequeños círculos rodeados por cúmulos de pigmento (ver la figura 17-1 en el centro de aprendizaje en línea). Estos bordes sin crestas se atenúan debido a la anatomía de la piel facial y al adelgazamiento epidérmico resultante de una exposición solar que se extiende a toda la vida del individuo.1 Para complicar las cosas, en muchas lesiones pigmentadas, tanto melanocíticas como no melanocíticas, puede revelarse un patrón seudorreticular o anular y por tanto resulta imposible diferenciar las lesiones melanocíticas de las no melanocíticas. Este patrón puede verse en nevos melanocíticos con un componente empalmado, lentigo solar, queratosis seborreica temprana (QS), queratosis pigmentada actínica y melanoma.

El patrón reticular se caracteriza por líneas finas y delgadas y es el que con mayor frecuencia se reconoce en el lentigo solar (ver la figura 17-2 en el centro de aprendizaje en línea). Sin embargo, una neoplasia melanocítica en la cara puede revelar también un retículo, como se observa de manera habitual en las lesiones melanocíticas de otras áreas corporales. Es de suponer que esto se debe a la preservación de bordes ondulados con crestas. Es importante mantenerse alerta con respecto a que el patrón reticular puede presentar líneas que forman una red o líneas que no la formen. Estas líneas también se conocen como “estructuras semejantes a impresiones digitales” y asimismo se las puede reconocer en el lentigo solar.

Las reglas básicas de la dermatoscopia facial pueden ayudar al observador a diferenciar el melanoma de lesiones que lo simulen. Éstas incluyen queratosis seborreica, liquen plano que aparenta queratosis (LPSQ), queratosis pigmentada actínica y carcinoma de células basales (CBB). Uno de los papeles más importantes de la dermatoscopia de lesiones faciales es el diagnóstico temprano del melanoma in situ en la piel dañada por el sol, que será definido más adelante en el capítulo correspondiente.

Lesiones faciales no melanocíticas

Los carcinomas de células basales, los de células escamosas y la hiperplasia sebácea son lesiones no melanocíticas muy comunes en la cara. Estas lesiones pueden presentar los mismos criterios dermatoscópicos en lesiones faciales como en localizaciones anatómicas extrafaciales.

Carcinoma de células basales (ver la figura 17-3 en el centro ...

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