++
La hemorragia de tubo digestivo alto (HTDA) se define como el sangrado originado en la porción de tubo digestivo proximal al ligamento de Treitz y representa una situación de urgencia importante. Para su estudio y tratamiento clínico, estas hemorragias se clasifican según su origen en hemorragias por várices (secundarias principalmente a hipertensión portal) y hemorragias no varicosas. Se estima que la incidencia anual de sangrado no varicoso en países del primer mundo es de 50 a 150 por 100 000 habitantes; en México, datos de un estudio realizado en 1999 informaron una tasa anual de prevalencia de 46.6 casos por 1 000 egresos hospitalarios. Aproximadamente, 45% de los pacientes hospitalizados por HTDA son > 60 años; la historia natural de hemorragia no varicosa muestra que el sangrado remitirá de manera espontánea en 80% de los pacientes, por lo que en este grupo no se necesita ninguna otra intervención.
++
La mortalidad, según estudios que incluyen todas las causas de HTDA (varicosa y no varicosa), va de 3 a 14%, con tasas de hemorragia recurrente en general entre 7 a 16%, a pesar de tratamiento endoscópico. Sin embargo, la tasa de hemorragia recurrente de origen varicoso es elevada (25 a 29%) y mortal. Se han descrito algunos marcadores independientes de morbilidad y mortalidad relacionados con hemorragia del tubo digestivo, entre los que se incluyen hemorragia recurrente, inestabilidad hemodinámica, estigmas endoscópicos de hemorragia reciente, requerimiento de cinco o más concentrados eritrocitarios, várices esofágicas y aspirado nasogástrico con sangre.
++
Existen múltiples causas de HTDA, entre las cuales la edad es un factor importante. Los pacientes de la tercera edad tienen una mayor frecuencia de hemorragias secundarias a úlcera péptica, gastritis o esofagitis; los pacientes más jóvenes representan un mayor porcentaje de casos secundarios a causas como Mallory-Weiss o várices gastrointestinales.
++
A continuación, se enumeran las principales causas de HTDA. En el cuadro 22-1 se muestra su porcentaje.
Úlcera péptica: existen tres factores de riesgo para el desarrollo de hemorragia por úlcera péptica; la eliminación de éstos es proporcional a la reducción de los factores. Entre dichos factores se encuentran el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos: algunos pacientes con uso crónico de ácido acetilsalicílico presentan esta lesión, resultado del efecto sobre las prostaglandinas sistémicas y efectos locales; ácido gástrico: la hiperacidez gástrica puede causar esta lesión, como en el síndrome de Zollinger-Ellison (gastrinoma); Helicobacter Pylori: la inflamación que altera la fisiología de la mucosa, y la vuelve más vulnerable al daño ácido péptico, en la mayoría de la población su infección es asintomática; en pacientes con úlcera péptica se debe de erradicar para evitar sangrado recurrente.
Várices esofágicas: la hemorragia suele ser severa y se presenta en pacientes con presión portal mayor a 12 mmHg, de manera usual por cirrosis y, en algunas ocasiones, por trombosis de la vena porta.
Desgarro de ...